Con esta primera entrega comenzamos una serie de colaboraciones de Ñaco Goñi para La Taberna del Blues. Estad atentos porque van a ser muy interesantes.
Desde ésta, nuestra Taberna, se me pidió una colaboración escribiendo sobre el blues. Primero pensé que quizá yo no fuera la persona apropiada, no tengo paciencia y este tipo de escritos necesitan documentación, orden, constancia y espíritu «periodístico», vocabulario, sistema de trabajo, mil cosas que nunca he tratado de aprender. Sin embargo, ¿puedo aportar algo de interés sin copiar de libros y no volver sobre las viejas historias que muchos conocemos? Pienso que sí, ya que llevo prácticamente 30 años tocando blues para la gente, he trabajado con innumerables músicos y después de todo este tiempo puedo trabajar prácticamente con cualquiera de los antiguos compañeros ya que tengo buena relación con todos, supongo que por haber funcionado con una limpieza y honradez llevada a religión. Es por este motivo por el que creo que puedo aportar algo nuevo y de primera mano; se trata de la historia y desarrollo del blues en España, sobre todo en Madrid, lógicamente. De qué manera inventamos escenarios para el blues, trucos para amplis e instrumentos, las diferencias entre un jefe de garito que ama la música a un empresario negrero, anécdotas e historias que nos informen, enseñen e incluso nos hagan reir. Y todo ello a través de mis ojos y mis experiencias.
Me presento. Me llamo Ñaco que es un diminutivo de Ignacio, Iñaki, Iñako, Nacho, Ignacito hijo……. Cuando me llaman por mi nombre a veces ni caigo que soy yo. Tengo 43 años recién cumplidos, treinta y trece si me lo pregunta alguna chiqui de 80 kilos p’arriba que son las que me gustan. Empecé a tocar la armónica con 9 ó 10 años y a los 12 escuché “Room To Move” y leí la palabra BLUES en la contraportada. Al día siguiente tenía “One Way Out” de Sonny Boy y las grabaciones de J.D Short de la colección “The Legacy of the Blues”. Con 14 o 15 años ya estaba en grupos y cuando me di cuenta era profesional. Con 16 y 17 años la música era mi actividad y mi vida, ella me eligió. En aquellos tiempos autoproducirse con la tecnología y facilidad de hoy era impensable si no tenías de tu parte al poderoso caballero llamado don dinero. Se dependía de compañías discográficas, «cazatalentos», caer en gracia, realmente no lo sé con exactitud ya que siempre he navegado solo y sin ayuda y en aquella época yo era un chavalín que lo tenía todo por aprender. Si un chaval era hijo de currante, tocaba una guitarra española remendada con celofán, una Fender costaba 60 talegos aproximadamente y el sueldo mínimo eran unas 28.000 pesetas y como decía Malcolm:«mientras que en Europa un músico callejero es un músico callejero, aquí un músico callejero es un mendigo con una guitarra». Más razón que un santo y la cosa no ha cambiado mucho. Mejoró un poco tiempo atrás pero actualmente, donde lo que no está prohibido es obligatorio, me gustaría saber si un chico de 16 años podría simplemente echarse la guitarra y el saco de dormir a la espalda y pirarse a rular, por ejemplo, de Madrid a Málaga, Granada, Almería y sitios que ya no recuerdo por el tiempo que ha transcurrido, y ganarse el pan y demás sustancias con el Blues. Yo lo hice y volví con 40 duros, nada mal si tenemos en cuenta que salí con 5 y debí andar fuera un par de meses. ¡¡¡¡ Lo que crecí esos días!!!!! Era 1983 y ya conocía a Malcolm y a Whisky David.
Aprendizaje y pequeñas anécdotas
Entre los grupos de entonces estaba «La Banda de Blues» cuyo bajista se movía por la “Prospe”1. Sólo los vi actuar una vez en un bar de la calle Puerto Rico, «Harvest»´se llamaba. Sonaban muy bien y recuerdo también que uno de ellos tenía unos secantes blancos que me hicieron ver Madrid y su cielo como si estuviera en una nave espacial. Unos pocos años antes, dos quizás, trataba de averiguar qué tipo de armónica daba el sonido del blues, es decir, las posiciones y diferentes modelos. Esto actualmente se encuentra por internet con todo tipo de detalles en algo menos de un minuto, si sabes mínimamente navegar. Un día iba andando por la calle cuando escuché una armónica de blues sonando por los alrededores; tras reponerme del vuelco que me dio el corazón, vi al tipo que la soplaba, era un chico que tendría unos 18 o 20 años. Iba tocando la armónica y llevaba colgada a la espalda una acústica Arirang (no estaban mal esas guitarras). Hacía bending y todo, fui lanzado a por él y le dije: «Tío, tío, por favor, enséñame esa armónica ¿es de blues, verdad?. Llevo por lo menos 3 meses tratando de saber cuáles son las que se usan». Me miró sonriendo y me dijo a la vez que me la alargaba: » Es una Blues Harp en La, es la que usa el armonicista de Mermelada en «Coge el tren», sóplala si quieres». Sin apartar la vista de la armónica que tenía por primera vez en mis manos, dije: «joder, joder, estoy alucinando, gracias, pero ¿cómo sabes que es la que usa el Moro?” (Javier Encinas, alias «el Moro», primer armonicista de Mermelada y a mi juicio irremplazable). Tocaba Rock & Roll, no tanto blues, pero tocar Rock & Roll con armónica es harto jodido, (ya sabéis: Lee Brilleaux de los Feelgood.) Me respondió:«Hace unas semanas estaba igual que tú, así que he cogído la guía de teléfonos, he buscado Teixidor y a la tercera lo ha cogido él». (Llamaba por teléfono preguntando: ¿por favor, Javier Teixidor, el cantante de Mermelada?, así se busca uno la vida). Este chico se llama Héctor, en el barrio lo conocían por el “Rocker”, tocaba batería, guitarra, armónica y cantaba, fue el que compuso el Rock & Roll «A la Bodega» que era un himno en la “Prospe”. Con él monté mi primer grupo, «Metal», y que acabaron siendo «Los Faraones». Hubo otros Faraones después, los nuestros tocaban Rock & Roll en los años 81, 82. Con ellos me empecé a acostumbrar a tocar con gente, que es como de verdad se aprende y se divierte uno. Ensayábamos en una parroquia. Misa cantada a cambio de local para el Rock & Roll. Un día llegamos a ensayar y según enchufamos la guitarra se abrió la puerta y entró el padre Mauro como un loco, estaban en un funeral y no lo sabíamos. Claro, según se encontraban los familiares en la misa, empezó a sonar a todo trapo: «Si tu chica te deja, te atropella un autobús, vete a la bodega, fúmate un periflús, olvida tus penas en un barril de ron, a la bodega yep,yep, a la bodega yep,yep, pronto olvidarás»¡¡¡¡¡YEAH!!!!!. El párroco nos largó para siempre. Nos fuimos pero sin olvidarnos antes de encolar la barandilla de la escalera. Con Los Faraones/Metal hice mis primeros directos, me ayudaron a enterarme de las afinaciones y me animé para moverme más y contactar con otros músicos.
Fundé un grupo llamado «Papa Lecro» y tocábamos blues. En aquel entonces solo lográbamos tocar en fiestas privadas, lo que se llamaban guateques, ya sabéis, pequeñas celebraciones como el cumpleaños de uno de nosotros. En certámenes participamos como Megaterios o “Metal” en el II Villa de Madrid, quedando 3º o 4º en nuestra modalidad. Cuando se trabaja el instrumento a diario se avanza mucho y más si tocas con otros. En aquel tiempo yo debía tocar de 8 a 10 horas al día, en el metro por la mañana con Malcolm, después ensayo con “Metal “y los fines de semana a tocar con Malcolm por Malasaña. Le decíamos al jefe del bar: “¿te importa quitar la música y tocamos 2 ó 3 temas y pedimos la voluntad?”. En algunos casos te mandaban a paseo pero normalmente nos dejaban. A veces sacábamos fecha en el sitio (voz, acústica y armónica, todo a pelo siempre). La gente se enrollaba, nos daban dinero, porros, copas….. y el dueño de un bar nos dió 500 pesetas (como ahora 50 euros) y nos contrató por 2.000 pesetas. Todo esto lo empecé a hacer con Malcolm, para mi el bluesman más verdadero de este país, y nos iba realmente bien. Ya hablaré de él en profundidad en su momento.
Son los primeros tiempos y todo sucedió muy a la vez. Conocí a Malcolm, Héctor «el Rocker», Whisky David y Tonky en un periodo aproximado de 2 años. Un día subí a casa de “el Rocker” y me presentó a su hermana que era Elvia., una mujer que tiene oído cuasi absoluto, me ha enseñado mucho y ha educado mi oído. Como músico la debo mucho, el “Armónica Rag” lo saqué casi por una apuesta. Me decía que era imposible tocarlo con la armónica de blues y yo sostenía que lo que oíamos (“Harmonica Rag” de Chuck Darling de 1929 que está en un vinilo llamado “Armónica Blues 1926-1939” que es altamente recomendable, la biblia del viejo estilo, las épocas en las que la armónica reemplazó al violín en el blues. Ahora el violín solo se usa excepcionalmente en el blues y es una lástima) lo tocaba una diatónica. Ella decía que si había cromatismos y empecé a ensayarla. Me decía, más alto, más bajo, acentúa de este modo o de otro. En tres días y con mis labios pelados la tocaba, lástima nohaber apostado nada. Bueno, nos enamoramos y hemos sido pareja de hecho (Marcos Coll y Adrián Costa fueron los testigos) durante 25 años y tenemos en común la mejor de las hijas que una pareja de jóvenes padres puede desear.
El resto de mi formación ha sido similar, nada de teoría y todo práctica. No creo que sea el mejor camino, una combinación de ambas cosas seguramente sea más efectivo y se avance más y mejor, lo único es que cuando aprendes o te auto-enseñas como yo, no lo olvidas jamás, porque no lo aprendes: LO DESCUBRES.
1 “La Prospe”: así se conoce al barrio madrileño de la Prosperidad y del que han salido muchos músicos.
Genial, me ha gustado mucho.
Muy interesante y ñaco tendrá para contar tela…
Gracias.
Maravilloso, es un verdadero placer contar contigo Ñaco. Tienes muchísimo que contar.
Un abrazo agradecido.
joer no veas que pinta tiene esto, muy interesante las vivencias del ñaco, esperando ansioso el siguiente.
saludos!
Excelente documento histórico!!, llamemoslé así, porque si duda ya forma parte de la historia del Blues en España. Gracias ñaco por compartir tus vicencias.
Saludos!!!
Quiero más gasoliiiina, quiero más gasoliiina.
Ñaco, cristalino. Nítido como su música. Bluesman y persona. Grande. Colega, Amigo.
Gracias por esta lección de la historia del blues en nuestro país.
Estoy ansioso por el siguiente capítulo.
Gracias, un saludos a todos y todas y mucho blues
Muy interesante y muy bien escrito y enfocado. Da gusto leerlo. Felicidades Ñaco!!!
Eres grande Ñaco. Un verdadero placer leer tus experiencias. Ojala abundasen musicos tan completos como persona y como bluesman