Mississippi HeatDurante la pasada edición del Festival de Blues de Hondarribia (2008) tuvimos ocasión de entrevistar a Pierre Lacocque, líder de los Mississippi Heat. Una entrevista distendida y agradable realizada por Eugenio Moirón y Sonny Boy. Las fotografías son cortesía de Alexblues y la traducción ha sido realizada por Eugenio Moirón y David García. Gracias a todos ellos por el excelente trabajo realizado durante el Hondarribia Blues Festival.

TB.- ¿Qué empezaste escuchando? Tus referencias fueron Walter Horton y Junior Wells.
P.- Junior Wells…También Little Walter fue muy influyente. En última instancia Little Walter es mi maestro. Big Walter Horton me influenció mucho en mis primeros años y James Cotton también.

TB.- ¿Fue cuando vivías en Bélgica cuando entraste en contacto con el blues?
P.- No, no, para nada. Yo tenía el blues en mi corazón pero no lo había escuchado en mi vida hasta que tuve 16 años. Eso fue cuando yo vivía en Chicago.

TB.- Tú naciste en Israel, ¿verdad?
P.- Sí, nací en Jerusalén aunque mis padres no son judíos, son cristianos protestantes. Mi padre es catedrático del Viejo Testamento y es pastor. De Jerusalén nos fuimos a vivir a Francia, en la Alsacia, durante unos años. Mi padre se ocupaba de una parroquia en Alsacia, y mientras estuvo haciendo el doctorado en Teología en la Universidad de Estrasburgo. De Francia nos fuimos a vivir a Bélgica. Era la primera vez que yo iba a estar allí, y eso que aunque mi apellido LaCocque es francés, toda mi familia desde hace generaciones es belga. Mi padre obtuvo un puesto de profesor en Bruselas, así que estuvimos allí durante unos años, hasta que fue invitado de nuevo a regresar a Israel durante un año para continuar sus estudios avanzados. Al cumplirse el año regresamos a Bélgica y de allí nos trasladamos a Chicago en 1969.

TB.- Y hasta ese momento no sabías lo que era el blues…
P.- (Interrumpe) Excepto cuando mi padre me compró una armónica siendo yo un niño pequeño. Era de juguete, de plástico verde. Yo tenía dos o tres años y recuerdo llorar. No sabía cómo tocarla, pero simplemente su sonido me hacía sentir una relación especial con la armónica. No sabía qué tocar, yo simplemente era un niño triste, pero sabía en mi corazón que la armónica era mi instrumento. No sabía que el blues existía, ni que los afroamericanos se habían inventado una música que reflejaba lo que yo sentía. Fue después, cuando fui a Chicago con 16 años, cuando lo escuché por primera vez, y fue como…

TB.- ¿Qué fue lo primero que escuchaste?
P.- Bueno, llegamos allí con mis padres en el verano de 1969. Unas semanas más tarde yo estaba aburrido y vivíamos en Hyde Park, cerca de la Universidad, así que me fui a dar una vuelta, por explorar un poco la zona, y escuché un sonido que provenía de un edificio próximo. Nunca había escuchado antes ese sonido y dije Waohhhh, tengo que ir ahí. Seguí ese sonido hasta un edificio que pertenecía a la Universidad, y allí estaba una banda tocando. Era Big Walter Horton. Tocaban, pero no en acústico, porque bueno, por entonces generalmente usaban un micrófono directamente conectado a un equipo de voces, una PA. Pero aquella noche tocaba con un amplificador subido en una silla, y eran cuatro: guitarra, bajo y batería. El sonido que me llegó desde el amplificador fue algo como Ahhhhhhhh. Y ésa es la historia.

TB.- ¿Recuerdas quiénes eran sus acompañantes? ¿Quizás Homesick James o Floyd Jones?
P.- No lo recuerdo. Tampoco sabía quién era Big Walter. Sólo recuerdo al armonicista, no presté atención a si estaba Fred Below o quien era el guitarrista, sólo me interesé por la armónica. Estaba tocando La Cucaracha y fue el sonido lo que me impactó.

TB.- Más tarde empezaste a ir al Theresa’s a ver a Junior Wells
P.- Sí, sí. Yo al principio empecé a tocar y me pasaba horas y horas. Había un club en Chicago llamado Theresa’s, y mi hermano, que es algo mayor que yo (y menos tímido que yo), me dijo un día “Ven conmigo. Nos vamos al Theresa’s”. Así que nos fuimos allí en taxi, porque bueno, estaba en un barrio de negros en el Southside, por Indiana Avenue. Todos los clientes eran afroamericanos, pero muy amistosos. Mi hermano Michel sabía que me encantaba la armónica, así que se acercó a Junior y le dijo que yo era su hermano y que era un principiante con la armónica. ¡¡¡ Me sacó al escenario a tocar con él. !!! Fue la primera vez que toqué la armónica en público, y cada vez que iba me volvía a sacar. Yo no era bueno, era un principiante, pero él me miraba y yo sentía como si me bendijera. A lo largo de los años, cuando coincidíamos, que no era con mucha frecuencia, Junior era muy cordial conmigo. Me regaló armónicas cromáticas, diatónicas, en fin, que fue muy bueno conmigo.

TB.- En esa banda de Junior Wells estaba a la guitarra George Baze. Él también te ayudó, ¿verdad?
P.- Sí…Bueno, George Baze apareció en mi vida más adelante. Era el líder del grupo que acompañaba a Junior, pero antes de Baze, en el Theresa’s conocí a Sammy Lawhorn, que murió hace poco, Phil Guy… También iban James Cotton, Carey Bell, los hermanos Myers… Así que llegué a conocerlos a todos. No es que nos hiciéramos amigos, pero nos conocíamos.

TB.- Has comentado que lo que te impresionó la primera vez fue el sonido. Tú trabajas mucho el sonido, tienes un sonido muy personal. Una pregunta para los armonicistas que lean esta entrevista. El equipo que utilizas, micro, amplis ¿lo hacen especialmente para ti?
P.- No, no. El problema con la armónica son los acoples. Tengo un aparato que me ayuda a controlarlos . Te lo enseñaré si quieres en el festival. Lo tengo en el amplificador para controlar el sonido. Por lo demás no uso nada de equipo custom o personalizado uso reverb, eco o delay, porque me gusta el sonido Little Walter… A veces uso un sonido de órgano, en una o dos canciones por noche, para sonar como un órgano, ya sabes, con el Leslie. Por lo demás no uso gran cosa. Simplemente eso, reverb, delay, un micro Green Bullet, hecho en México o lo que sea, ya sabes. Tengo Astatics y otros micros, pero últimamente uso el Shure Green Bullet. Un micro sencillo, tiene su volumen y ya está.
Ahora, la elección del amplificador es muy importante. A mí me gustan los de cuatro dieces, cuatro altavoces de diez pulgadas, Cuando grabo en estudio uso ocho altavoces, o sea, dos amplis de cuatro: un Fender Super Reverb con un Fender Bassman. Conecto los dos y así tengo el sonido.

TB.- Hubo una época en que estuviste sin tocar, sin hacer nada de música. Anteriormente a eso, ¿tenías alguna pequeña banda?
P.- (Sorprendido) ¡Estás bien informado! Tras mi llegada a Chicago en 1969, estuve allí un año y luego me fui a Montreal, Canadá, donde estuve seis años tocando con bandas de blues locales, en competiciones, batallas del blues y demás. Así que sí, estuve tocando en aquella época durante seis años. Luego dejé la música durante 14 años. Yo sentía en mi corazón que…mira, estaba triste por dentro, y la música en ese momento no me ayudaba a encontrarme mejor. Por entonces no tenía a Vicky, y las cosas económicamente no…pero no se trataba de eso, esa no fue la razón por la que paré, fue más que la música no me curaba, no era un buen antídoto. Resultaba duro salir de aquella tristeza, y la cosa seguía y seguía…Así que me dije que quizás debería parar y empezar a pensar…Mira, yo tiendo a ser una persona poco comunicativa, poco verbal. Durante mucho tiempo fui muy tímido, así que no hablaba muy bien.
Me dije que quizás necesitaba estudiar sicología, filosofía, teología, pensar sobre la vida. Mi vida estaba confusa. Estaba en Montreal, mis padres en Chicago, había nacido en Israel pero no era judío aunque fui a una escuela judía… Así que dejé la música, quería pensar en el significado de la vida, la religión, que es importante para mí, y durante esos años estudié, avancé académicamente, y entonces me casé, en 1980. Diría que unos siete años después era muy feliz: leía mucho, escribía, era apasionante…Pero faltaba algo. Lo que faltaba era hacer feliz al niño que tenía dentro. Empecé a darle vueltas en serio a la vida, Tenía treinta y cinco o treinta y seis años por entonces, y pensé que me estaba haciendo mayor muy rápidamente. Mi carrera estaba yendo muy bien, todo estaba bien, éramos felices, teníamos dos hijos preciosos, no había ningún problema. Pero faltaba algo. Y de repente, “Boom”, fue como una explosión: la música. Desde entonces no he parado, y ahora soy feliz. Algo sucedió para reconciliar la cabeza con el corazón, por fin.

TB.- El primer sello con el grabaste era un sello pequeño, Van Der Linden
P.- Sí, es nuestro sello. Cuando yo empezaba mi hermano Michel vio lo apasionado que estaba, y me dijo “Mira, vamos a conseguir una banda”. Fue idea suya, porque por entonces tocaba algo con otras bandas, pero después de un tiempo ya no estaba muy a gusto, tocaban muy fuerte…Así que Michel sabía que pasaba algo y me dijo que qué tal si yo montaba una banda y él hacía de manager.

TB.- Mississippi Heat me resulta muy curioso porque mezcla muchas influencias, blues de Chicago, del Sur, guitarristas a veces estilo tejano e influencias caribeñas.
P.- Bueno, está claro que tener una esposa cubana ayuda. Escribo canciones para ella, de todo tipo. Pero mi pasión siempre, siempre, es el blues de Chicago. Haga lo que haga, no quiero desviarme mucho de ello, y si lo hago regreso enseguida. Muddy, Jimmy Reed, Jimmy Rogers, son mi pasión. Por otro lado, como músico también dependes de con qué músicos estés. Si tengo conmigo a Carl Weathersby, o estoy con Lurrie Bell sé que voy a tener su sonido único. He escrito algunas canciones para Lurrie, sabía que había algunas que le vendrían bien a él para hacerlas. Por ejemplo, “Chicago is my home” se la di a Lurrie, porque además muchas veces hablamos de cómo nos gusta Chicago, así que sabía que le gustaría la historia, Luego Carl Wheathersby es más R&B, en plan Albert King, esa onda…No hay límites, sé que con Carl puedo darle otro toque distinto. Así que cuando escribo una canción empiezo a pensar en la batería, el ritmo…Pero me gusta lo fresco. Me gusta la tradición con un toque fresco, no hacer la misma historia de siempre, lo mismo que hacía Little Walter. Primero, porque no puedo hacerlo: Little Walter era Little Walter, y sé, seguramente igual que tú, todas sus frases, de memoria. Si alguien toca una canción de Little Walter te das cuenta cada vez que se equivoca, porque es difícil ser el maestro. Yo he oído mucho y aprendido de Little Walter, de Big Walter, pero a mí me gusta sentir que algo es mío, que me funciona a mí. Con toda la tradición detrás, eso sí.

TB.- ¿Cómo ves lo de los silencios con la armónica? Hay armonicistas que saben tocar pero no saben callar (aplaude Pierre)
P.- Una de las contribuciones musicales más importantes es el silencio. A veces, como en Cariban Sunshine, no hago ningún solo. Iba a hacerlo, pero Carl se puso a solear y le dije “Tira, tira”, y toqué bajos con la armónica. Cuando es el momento de tocar, toco, pero por lo demás… Me gustan mucho los vientos, como el saxo, cómo contribuyen…Me gusta mucho la armonía, eso me gusta, sí, mucho. Luego a veces puedo tocar mucho en una canción, pero no en todas lo hago. Puedo tener algo como un boogie-woogie con la armónica, o un shuffle de armónica, o así. Cuando salgo al escenario puedo hacer la primera canción en ese plan, con mucha armónica, pero luego en el resto me quedo detrás del cantante. Es importante escuchar al cantante. Los cantantes no quieren tener siempre a la armónica por detrás todo el rato. De lo que se trata es de llamada y respuesta. Cuando canta le dejo su espacio, porque si no entras en conflicto.

TB.- ¿A que se debe que hayas elegido con frecuencia a una mujer como cantante en Mississippi Heat?
P.- El primer cantante que tuve era un hombre, el batería Robert Covington, que tuvo problemas de salud y se murió. Luego también es el destino, es el azar. Tuve a Sam Lay, que trabajó conmigo un tiempo, y después a Bob Stroger. Bueno, pues Bob me dijo que él, creo, conocía a alguien que cantaba muy bien y que no estaba trabajando mucho en ese momento, y resultó ser Deitra Farr. Y eso es el destino. La llamé, nos juntamos, llegamos a ser buenos amigos y estuvo con la banda durante unos años.
Después de que lo dejara…oye, pues es verdad, me gustan las cantantes femeninas. Es el destino. Y luego, sí, Zora Young estuvo con nosotros, pero estaba muy liada, así que no pudimos estar juntos mucho tiempo, porque tenía su propia carrera. Para mí es importante permanecer juntos, no que uno tenga conciertos por aquí, el otro por allá…Me gusta tener cohesión, en la medida de lo posible.

Interviene Alexblues.- El año pasado conocimos a Max Valldeneu en Getxo, muy bueno y muy simpático.
Pierre.- ¡Sí, sí, muy bueno!

TB.- ¿A que se debió que cambiaras del sello Crosscut a Delmark?
P.- Con Crosscut estaba muy contento, lo sigo estando, y podría volver a trabajar con ellos en un futuro. Pero el presupuesto de Crosscut no es alto. Tuvimos que poner dinero porque queríamos una buena mezcla en el estudio, y ése es el problema de Crosscut, el dinero. Con Delmark llevaba hablando ya algún tiempo y daba la casualidad que además de CDs estaban sacando DVDs. Mi hermano conoce bien a Bob Koester, habló con él y le dijo “Hey, ¿qué tal Mississippi Heat?”, y él repondió “Venga, hagámoslo”. Yo no quería grabar un directo, quería hacer un disco de estudio, porque me gusta tener secciones de viento, arreglos…Pero al final me decidí a hacerlo. Para nosotros, la ventaja de Delmark está en la distribución que tiene en todo el mundo. Por supuesto también el nombre y el dinero. En Delmark me dieron todo lo que les pedí, todo. Aún teníamos deudas de los álbumes anteriores; todavía debemos dinero, cuesta dinero pagar a los músicos… Pero con Delmark no debo dinero a nadie. Además me recibieron muy bien, me propusieron hacer otro disco. Así que hicimos “Hattiesburg blues” y vamos a hacer otro en un futuro.

TB.- Tu disco Footprints on the ceiling recoge todo el sentimiento de tu música y además recuerdas a la memoria de George Baze, “Sonny” Wimberly que fue el que te hizo regresar…
P.- Sí, tristemente Sonny falleció también. Después de 14 años sin tocar, él fue la persona con la que me junté cuando volví, en 1987 o 1988 más o menos. Lawrence “Sonny” Wimberly fue el bajista de Muddy Waters durante un tiempo. Tuvo problemas de salud y tuvo que dejar la banda de Muddy. Grabó también con Victoria Spivey. Era extremadamente cordial conmigo, le encantaba la armónica, e íbamos a grabar un disco cuando falleció. Así que grabé Heartbroken para él (en su primer disco “Straight from the Heart” y después en el disco “Footprints on the ceiling”).

TB.- El disco del que estás más contento ¿es siempre el último que grabas? Ahora sería “Hattiesburg Blues”.
P.- Sí, así es.

TB.- De lo que habéis visto hasta el momento y aunque no hayáis actuado aún, ¿qué opinión tenéis del festival?
P.- Todo muy personal, con mucho cariño, sorprendente y con una gran amabilidad. No esperábamos, por ejemplo, que nos llamaran por teléfono y nos dijeran que fuéramos a comer. Es un ejemplo pero fue algo muy bonito, muy agradable, todo el mundo trata de ser agradable, me hizo sentir como en familia. Esperemos que ningún músico se aproveche de esa amabilidad, porque dais un montón, vuestro tiempo, vuestros coches, nos hace sentir genial. Espero que les vaya muy bien muchos años.

TB.- Última pregunta (Risas) Cuando Kenny Smith toca con los Cash Box Kings ¿cómo os las ingeniáis?
P.- Sí, tienen mucha demanda, y siempre se lo digo a Kenny. Llevo con él diez años y siempre le digo que es libre de irse, que no puedo retenerle en una banda, y él me dice “¡¿Qué?! No, no, yo estaré contigo hasta que te jubiles”. “Pero si es que estás muy liado”, le respondo, y él “No, no, no. No digas eso”. Así que estamos muy unidos. Pero bueno, tengo un sustituto. Kenny hace muchas grabaciones, con los Cash Box Kings y demás. Normalmente está bastante conmigo, muy a menudo. Pero viaja mucho, y graba un montón de discos, de gente como Pinetop Perkins…Total, que el otro batería en “Hattiesburg blues” es Dujuane Austin, que es fabuloso. Hace ritmos latinos muy bien, también. Es el hijo de Tim Austin, el batería de Buddy Guy.

No queremos abusar de tu amabilidad. Muchas gracias por el tiempo que nos has dedicado y mucha suerte en tu actuación.

Pierr & Tabernablues team

Una entrevista en exclusiva para La Taberna del Blues.
www.tabernablues.com