Pretendía ser granjero en los años 30 del siglo pasado.
Entre el campo y la huerta se lamentaba de sus malas cosechas, soplando una armónica.
Como ni se imaginaba, como siempre ocurre, como el destino, dos accidentes le dejaron inútil para las labores del campo. Y quedó invidente con muchas cosas que contar y otras tantas que llorar. A fuerza de bastonazos vivenciales y anímicos, Saunders Terrell, se dio de bruces con la fraternidad musical de otros perjudicados de la vida como Lemon Jefferson, Willie McTell, Gussie Nesbitt, Willie Johnson y algunos más. Como consecuencia de esa amistad y también como única forma de comer, Saunders empezó a lamentarse con la armónica, como sus amigos, por las calles de los pueblos que pateaba en el sur de los Estados Unidos; también en los espectáculos, aquellos que patrocinaban medicinas populares sospechosas y embriagantes.
Su estilo como armonicista se etiquetaba como cross harp, una forma peculiar de soplar y manejar la armónica que ni él mismo supo describir.
Así iba su vida, hasta que esta se cruzó con la de Blind Boy Fuller. Le encontró en una calle de Wadesboro, Carolina del Norte. Uno tocaba en una acera de la calle y el otro en la opuesta. La guitarra de aquel se complementaba con la armónica de este. Después, amistad y creatividad musical dieron fruto a varios blues de éxito, e incluso a piezas de música pop.
Años más tarde, cuando Fuller moría en 1941, Saunders, para entonces conocido como SONNY TERRY, se encontró con la persona y la guitarra de Brownie McGhee. De dicho encuentro nació una más que fructífera colaboración bluesera; una música que por aquel entonces se tocaba únicamente en el Harlem de New York. Después, en el resto del mundo.
Ambos tocaron con Woody Guthrie, Cisco Houston, Pete Seeger, los Almanac Singers y otros músicos de la época. Después, Ferry se dedicó a la música que necesitaba de su guitarra eléctrica, y Terry volvió al blues rural, al del campo, al acústico. Años más tarde, en febrero de 1950, tuvo lugar la “cumbre musical” en los estudios de la Capitol. Allí se reunirían Sonny Terry, Brownie McGhee y las baquetas de Melvin “Daddy” Merrit. Estos tres grandes músicos, estuvieron acompañados por los teclados del gran pianista de blues y R&B de aquellos días en New York, el maestro Wilbert “Big Chief” Ellis.
Con esa mezcla de estilos, con esos músicos, salían versiones tan rockeras de clásicos como el “Mad Man Blues”.
Fue en el mes de marzo, de hace 20 años, que ese gran bluesman desapareció.

Trully