Tuve que llamarle al orden. Un correo electrónico por aquí, un sms por allá, una llamada telefónica sin manos, otra con manos, la del coche, no, como que no basta. Hay que verse, le dije, que la amistad no es electrónica, que es un sentimiento, hombre, que necesita de cercanía, que pide miradas, que va de existencial. Y nos vimos.
Me lo encontré tamborileando sobre su moto, mascullando aquello de: Me parece que cada día, cada día/Cada día tengo el blues/Cada día, cada día, cada día/Cada día tengo el blues/Me ves preocupado, nena/Porque es a ti a quien odio perder… (1)
Definitivo, MEMPHIS SLIM y alguién más se le habían colado en las venas. Nos descosimos la boca y conversamos sobre la vida. Le encontré muy sensibilizado a todo lo que sucedía a nuestro alrededor. Te has enamorado, le dije. Evidente y afirmativo, sonrió: Hablando de mala suerte y de problemas/Bueno, sabes que he tenido mi parte… (2)
Vaya, mi amigo ha encontrado a su chica. En un principio solo se inflamaba con su profesión, luego se encendió con el blues, ahora le había prendido el amor. Estaba más feliz que Pedrosa con moto nueva, ajustada, huracanada. Atrás en el tiempo. Hablamos de antes, e inevitablemente, caimos en el ¿te acuerdas de? Pues a él también le había picado el blues, ya ves, después de tantos años, ahora, ya bastante mayor. Quien iba a decir que DION DiMUCCI, si el de los Belmonts, el que nos electrizaba con su “Runaround Sue”, el que nos asombró con “Ruby Baby”. Que sí, que DION ha decidido que ya es hora de blues. El hecho es que este hombre se ha encerrado en un estudio y se ha fabricado un más que digno “Bronx In Blue” (3) para homenajear a medio panteón bluesero. Fíjate, que desde sus éxitos analógicos de los 60 este hombre andaba folkeando con un cierto arte, y en el umbral de la vejez se marca unos bluses de HOPKINS, de WOLF, de McTELL, de REED, de JOHNSON y unos country-blues de los hillbillies JIMMIE RODGERS y HANK WILLLIAMS. Este top-pop, que estuvo tan afinado con la elaborada producción de sus viejos éxitos, se encierra dos días en un estudio con la sóla compañía de su guitarra acústica y un discreto Bob Guertin en la percusión para grabar 12 coplas 12, de esas de las que con solo citar los títulos se te calienta el alma. Eso es amigo. Bien te veo, bien te siento, bien te aprecio. Que la música, la amistad, nos mueven, que los políticos nos inmovilizan, le dije.
Silencio. Uno, dos, hasta diez segundos. Miramos alrededor: Bueno, no hay nadie preocupado/Ni nadie llorando (4). No había mucha gente en el “cultugarito” bluesero de nuestras querencias. Una guitarra lloraba blues, dos parejas se besaban. Charlie me miró a los ojos, de cerca. Oye compañero, murmuró, ¿Qué tendrán las mujeres? ¿Qué tendrá el blues?…
Trully
(1) Seems to me every day, every day/Every day I have the blues/Every day, every day, every day/Every day I have the blues/You see me worry, baby/Because it´s you I hate to lose.
(2) Speaking of bad luck and trouble/Well, you know I´ve had my share.
(3) “Bronx In Blue”, de Dion DiMucci ha sido publicado a primeros de 2006 por el sello Dimensional Music Recordings.
(4) Well, there ain´t nobody worryin´/And there ain´t nobody cryin´. Nota: Las estrofas citadas en el texto pertenecen a “Every Day I Have The Blues”, una composición original de Peter Chatman (a.k.a Memphis Slim). Este blues es una de las principales “patas” en las que se apoya el repertorio de B.B. King y ha sido versionado por muchos de los grandes artistas del género.