
11 días han pasado desde que dejamos La Lobera y el silencio volvió a reinar en las estribaciones de Gredos. La hierba crece de nuevo sin temor a ser fumada, las piedras filosofales descansan su eterno reposar sin temor a ser golpeadas por blueseros “Absolutamente” motivados y los mosquitos de crianza vuelven a cantarle “Vampire Blues” al ganado, mas alimenticio pero menos lúdico que los bípedos de “aliñada” sangre azul. Dejémosles que se confíen… por poco tiempo.
En este periodo, en el que no he tenido contacto con vosotros (sin Inet y con el móvil exhalando sus últimos SMS) he intentado emprender varias veces una crónica mental de esta III Kdd y siempre me he encontrado con el mismo problema: con tal afluencia de personajes, todos ellos con mucha miga, los acontecimientos no sólo se sucedieron de forma vertiginosa, en el mejor de los casos, sino que muchas veces ocurrían simultáneamente…y claro, sin dominar la técnica del desdoblamiento, que con tanto arte practicaba el borracho de “Amanece que no es poco” , resulta imposible no dejarse mucho en el tintero y… ¡qué leches! reconozco que la cerveza que no empleamos en llenar el estanque, ha bastado para plagar de lagunas mi atribulada cabeza.
Pero bueno, se que os lo debo, así que allá vamos!:
Lo primero es confesar que durante los largos prolegómenos de esta Kdd, que se remontan nada menos que al mes de Agosto, más de una vez me asaltó una duda: una treintena de enfermos (de diversa consideración, pero todos enfermos al fin y al cabo) acantonados en un paraje aislado, en el que el alcohol fluiría como un rio entre brumas cannabicas…¿sería capaz de obrar el prodigio de nuevo?
Muchos me habéis escuchado decir en mas de una ocasión que “el Blues nunca defrauda”, así que no se por qué me preocupo tanto…la respuesta, habiendo Blues de por medio, sólo puede ser una: SI.
Es más, creo que por el nivel de respeto y saber estar demostrado, hemos alcanzado una madurez que nos permite superar el término “Gran Hermano Bluesero” de las dos primeras, para empezar a hablar de “Congreso de Lobos Tabernarios” o directamente “Aquelarre Azul”… que para eso tuvimos un hechicero, varios gurús y hasta una musa. Aunque el término Banda de Taraos (Chucho´s way) quizá sea el que más se ajuste a la realidad percibida por los ajenos a esta movida.
On the road again:
Hay que ver cómo somos los blueseros… mientras que la tendencia general cuando se queda con alguien para cualquier cosa, es hacerlo cada vez más a la escandinava, en este tipo de eventos nos encontramos con que la peña aparece ¡¡¡con mas de una hora de adelanto!!!… y claro, me pilla en bragas, sin aire en las ruedas y sin echar calzado de recambio, lo que me causó padecimientos varios, horas mas tarde. Pero bueno, sin sufrimiento no hay gozo, que decía Sade (el marqués, no la negraza)
Como ya viene siendo costumbre, el viaje de ida tuvo bastante de “road movie” con banda sonora de Blues y risas (sobre todo si tus compañeros son Nano y D´stone) y con cameo incluido por parte de un concejal de mi pueblo (con el que nunca me he llevado bien y al que siempre conocí por “caragorrino”) en el papel de fotógrafo improvisado, durante nuestra breve parada en las cercanías de Talavera. Hay que joderse…vaya donde vaya, siempre me encuentro a alguno de AB…y para colmo, concejal.
Con tanto adelanto llegamos, que fuimos casi los primeros. Los responsables de ese “casi”, los hermanos canarios, que para entonces llevaban casi una hora aclimatándose al entorno (y para mi que fueron los únicos que vieron el Sol en la Lobera). Qué quieren que les diga de estos “muyayos”. Muy fuerte lo suyo… tanto como el sentido abrazo que nos dimos en cuanto nos vimos.
Y casi sin dejarla botar, llegan los cordobeses, con ese porte señorial que les caracteriza y pal pueblo a comer, cruzándonos en el camino con los maños, que hombres precavidos, ya venían comidos.
En lo que se aparca y se busca donde comer (que no fue tan fácil la cosa), empiezan a aparecer mas colegas de antes y de después…Coolman que llevaba un tiempo haciendo turismo en Arenas, los pucelanos que en lugar de puntos, tienen puntazos en el carné, Chucho que si queréis que os diga la verdad, no se si lo encontramos allí o venía con nosotros (veis qué follón) y si me dejo a alguien, pues que lo diga.
Anécdota de la comida: de primero tenemos Macarrones o Sopa de Tomate…la diferencia entre una y otra…el tamaño de los fideos! La madre que los p….
Napalm, Alex y Goyo (quizá el hombre que me dió el mejor consejo del fin de semana) llegan justo para visitar el Castillo de Arenas…que sí, no estaría mal para un bolo si no fuera porque entre aquellas piedras, sólo un público de pingüinos bien abrigadicos podría aguantar mas de dos temas seguidos…y no veas la cara de la tipa que había en la oficina de información. Sólo comparable a la que se le quedó a Mimetic (que justo llegaba con Superbluesero) cuando nos vio salir de allí…Banda de Taraos que dijo Chucho con su habitual sabiduría.
Para entonces, Miles, Ek-thor y Bluesmile intentaban desentrañar los misterios de la telefonía móvil por el camino, el comando Roquetas andaba tomando notas de los detalles del Alcázar de Toledo que se les habían escapado 6 meses antes, Chema recogía a un “homeless” por el camino y Ladyblues todavía haciendo el petate. ¿Quién me queda? Pues Iñaki, que supongo estaría recopilando Blues de Villalpando (autentico Hokum, por guarrindongo) y Pies Sucios, afilándose los dedos.
Pues como ya estamos casi todos (*)…lo dejamos aquí de momento (que ya veremos como sigue esto).
(*) Y si falta alguien, que lo diga…y no me lo tenga en Cuenca.
El Gran Guirigay:
Y no me refiero al Boris Izaguirre sueco…sino a la que se montó en la primera toma de contacto con los intrumentos de bluesear en la sala de reparto que, por cierto, recordaba el doble de grande (¿sería porque la otra vez fuimos la mitad?).
Uno que ya sabe como es esto, y más en presencia de gente tan necesitada de tocar como Toni, Pusy, Napalm etc, etc…, se baja para finiquitar unos encargos, coincidiendo con la llegada de los Zipi y Zape de Fuenlabrada, acompañados en esta ocasión del saxman de la Kdd, Alvaro “Bluesmile”, al que nada mas conocer, dos palabras le digo: Eddie Shaw.
Me detengo en este punto para elogiar ese don que tiene Miles para que el cachondeo surja en cuanto hace su aparición en escena. Pero es que menuda aparición: a la entrada de la casa que compartíamos con ellos (creo que hablando con Ek-thor, Alex o Napalm) escucho un: ¡¡¡hombreeeee…grfsgthsrtarrgggfff!!!…y no me lo puedo creer… Lo primero que veo de Pakito, es como tropieza con el escaloncillo (en plan Fidel Castro bajando del atril) y se empotra contra el tabique adyacente, entre tantas carcajadas, que sufro una contractura intercostal de la que afortunadamente me recupero, no sin esfuerzo.
Regresamos descojonados al centro de operaciones, y para que se vea que hay confianza, en presencia de todos realizamos un trapi, reparto y cata de una pieza de costo, con muestra odontológica incluida, con la que el bueno de Grissom hubiera sido capaz de identificar hasta a la abuela del proveedor…menos mal que al poco rato, ya nos habíamos fumado las pruebas. Festiblues puede dar fe de ello.
A partir de aqui, empieza lo borroso. Se que mas o menos por entonces llegaron Chema e Ivol con su gorro de "Hobo man" y no mucho después los roqueteros (o era roqueteños). En la sala de arriba hace ya un buen rato que suena la música, pero hasta que no se apacigüen los ánimos, será terreno vedado para los principiantes. Por el momento, aquello es la guerra: bajo, batería, 7 guitarras y 3 sopladores, llego a contar. Como cada uno tenga que hacer su solo, el lunes, más que tormentoso, será huracanado. Demasiado pa mi, así que para abajo y a pegar la hebra con alguien.
Y con quién mejor que con Alexblues, gran conversador, apasionado bluesero y todo un erudito de la nueva hornada de músicos tejano-californianos. Creo que nos entendimos a la perfección y mucho tengo que agradecerle el alijo con que me obsequió (sólo te digo que voy por la tercera vuelta y que no tendré que mentirte acerca de Mike Morgan). Haganle caso en sus recomendaciones…sabe de lo que habla.
Mientras, Joaco alecciona a Ek-thor sobre los bendings soplados, esa asignatura pendiente de los novatos como yo. Dilema: ¿sigo con la conversación o atiendo a la masterclass? (a la que no tardan en sumarse discípulos).
Obviamente, sigo con Alex, porque lo mío es el palique. Además, la actitud de Joaco me recuerda la incontinencia didáctica de Nano en la primera Kdd, así que habrá tiempo suficiente para “empaparse” de sus enseñanzas, porque este Joaco también lo lleva en la sangre y se le sale a borbotones. Otro enamorado del Blues y de la armónica, aparte de una autoridad en materia de Kim Wilson, que se empeña en transmitirnos su sapiencia, además de poner a nuestra entera disposición sus micros, ampli y hasta esa maravilla de armónica con peine de aluminio, que no tardé en atacar (y atascar) en cuanto pude.
Gracias por tu paciencia y generosidad. Ya te dije allí, que cuentes con un amigo para lo que sea menester.
Bueno, pues ya´s tamos tan agujtito, que casi no nos preocupa que el techo caiga sobre nuestras cabezas a fuerza de los pisotones que los de arriba meten, perfectamente acompasados… la cerveza corre, el humo vuela y suena el Blues…pero lo mejor de todo es que, vayas donde vayas, te vas encontrando viejos y nuevos amigos con los que compartir el momento. Y eso si que es lo mas grande (exaltación de la amistad mode-on)
Continuará…si quereis, claro.
Blues before dinner
Todavía falta un rato para la cena y no me gusta un pelo la dinámica que llevo…y que más o menos, es la siguiente:
Pillo una birra de la cocina… me paro a hablar con alguno de los de abajo…a media conversación, los de arriba sacan la pala (de momento playera) …empieza el reparto… así que para arriba…ottias, ¡¡que en esta puedo soplar!!…¿en qué tono tocan?…alguien dice Mi…yo busco La…que se quedó abajo…tirate por las escaleras…¿donde coño estan mis armónicas?…allí las veo…cogelas todas…escaleras arriba…un ampli libre…ahí hay uno…¿y micro?…Pobas ¿donde estás?…¡¡¡socorro Joaco!!!…ya tengo micro…venga que entro y… ta-ta-chan…fin del tema…y para colmo, he perdido la birra…así que bajo a la cocina y…vuelta a empezar…
Al tercer viaje al frigo decido que, si no quiero gastar mas escaleras que Norma Duval cuando hacía de embajadora del muslamen ibérico en el París de la Francia, mas vale que me centre y me quede quieto un rato… ah! y para la próxima, como no me haga con un transportín para las harps, me las coso a la ropa…lo juro!!
Esta sabia decisión me permite soplar con cierto rigor en un par de temas…por lo menos eso creo, porque confianza para darme una colleja en caso contrario, había más que de sobra.
Y entonces llaman para la cena, pero como soy remolón de nación, me quedo rezagado y para cuando bajo con Ivol y Ek-thor, nos pasa como en el chiste ese de la cuchara y la sopa…
-¡¡¡Sentaos a cenar!!! – nos dice la gobernanta de la casa (y mentalmente añade “¡y quitaos de enmedio ya, coño!!”)
-¿Dónde, amable señorita? – le pregunto
-Joder, no será que no tienes sitio en cualquiera de esas mesas…
-¿Y las sillas?…
El pragmático Ivol nos saca de ese callejón sin salida con un argumento irrefutable: para estar haciendo el canelo allí abajo, nos subimos que ahora no hay nadie…y lo hacemos arriba. Otra vez en la escalera, me acuerdo del mayordomo de aquella bonita serie de la BBC…”Arriba y abajo”…
Ahora que, para paciencia, la del bueno de Ivol, que se echó al hombro él sólo a dos soplagaitas como Ek-thor y yo…aunque por poco tiempo, porque casi sin terminar la “sopa de…” y antes de que llegaran las “patatas con…” (Ricky Lopez´s way) hizo su aparición el increible hombre orquesta (que no se por qué no llevó la trompeta). Este desde luego no se había pegado la pechá de kilómetros desde la bella Hondarribia sólo para cenar…que eso lo hace todos los días.
No tuvo que ir mal la cosa…o probáblemente es que abajo no se oía el hilo musical…porque nadie se indigestó.
Y como siempre, a la contra, ahora que los demás han terminado de cenar…me toca a mi.
Por cierto, el barbas ese mas largo que un día sin pan es Iñaki, de acuerdo…pero ¿ha llegado ya Milady?…
¡¡¡Vaya por T-bone!!!…otra vez se me paran las contracciones…tendré que echarme un cigarrito de oxitocina, que esto mas que crónica, parece el parto de la burra…
The Eagles flies on friday
La esperada llegada de Ladyblues coincide (más o menos) con los postres y rápidamente es recibida con el alborozo y alboroto que dama de tan alto rango merece.
Para que negarlo, gracias a ella el nivel estético de la Kdd mejora sustancialmente…que a todos los demás os quiero mucho, pero comprended que no hay color.
También parece que la peña se ha quitado gran parte de la ansiedad, porque la cosa va mas suave…menos gente tocando a la vez… en fin, ya sabéis lo que es coger un hilo bueno y seguirlo, asi que no insistiré por ahí.
En lugar de eso, os hablaré de uno de los personajes más potentes, a la par que entrañables, de todos los que pululan por esta santa casa:
El gran Ek-thor Alajarín, moro de la morería, señor de los afiladores…ganador por meritos propios del título de “Bluesman y vividor”. ¡Qué afan de aprendizaje!, ¡qué ansia por la práctica!, ¡qué tufillo a Varón Dandy!…¡qué puto! en una palabra.
Con todo el follón que había en la casa, no recuerdo que pasaran más de diez minutos seguidos sin escuchar su “tiruri-tiruri” en las siguientes 12 horas…sólo había un método infalible para que depusiera esta actitud: arrimarle un micro.
Pero claro, el muchacho tiene un grupo que levantar (Alex´s way) y tal vez por ello, se propuso batir el record Mahou de soplo de diatónica, lo que consiguió, aún a costa de amanecer el sábado como si le hubiera hecho reacción el botox de los labios.
En serio tío, sigue así.
Y si hablo de Ek-thor, no me queda otra que nombrar a Miles, que para variar, protagonizó el momento narcoléptico de la jornada…así, como a él le gusta…de repente y sin colchón. Pocos pueden cantar con tanto conocimiento como este hombre aquello de “Cold ground is my bed”.
Bueno, para entonces la nave había alcanzado la velocidad de crucero esperada y todos y cada uno de los asistentes, hizo lo que tenía que hacer: los cantantes, cantaron; los sopladores, soplaron; los guitarristas, digitaron; el sediento, bebió; el fumeta, fumó; el fotógrafo, afotó; el cameraman, rodó; el del palique a lo suyo y … coño Carlos ¿también la batería? ¿Y eso por qué no lo dijiste cuando el affair “cuñao”?…Endevé…
Sin quemar toda la pólvora, la noche se fue acercando a su fin, que no al nuestro y los mas prudentes se retiraron a meditar a sus aposentos…esto me recuerda cuando, buscando al hombre del mazo, vi a Mimetic cargado con dos guitarras camino de la puerta, dispuesto a llegar a su cabaña (una de las mas lejanas al centro de operaciones) bajo la lluvia y sin un mal móvil que echarse a la boca (Chucho & Chema ).
Busqué al Gandalf de la Terrera con la mirada, por si tenía una antorcha prendida a la mano…pero andaba hiperventilando, para variar. Así que le di mi linterna, porque no mola que nadie se lesione en estas cosas y porque, no nos engañemos, yo no la iba a necesitar…qué ya me voy conociendo y se que será más que difícil cumplir con “El pacto del estornino”
“Al rayar el alba, cuando cante el primer estornino, si me ves a tu lado dame una colleja y mandame a dormir”.
Ese fue el acuerdo al que algunos llegamos en presencia de testigos, unas horas antes…pero mire usté por donde que, aunque cantaron los grajos, los mirlos y hasta pió el pájaro perdiz, ni rastro de estorninos en la Lobera.
Así que en lugar de marchar al sobre, aprovechamos la tregua que nos dio la lluvia para recorrer el accidentado camino (para unos más que para otros) que lleva hasta la “piedra filosofal” en donde se dicen las últimas paridas del viernes y las primeras del sábado, a la espera de cambiar la birra por el café.
Muy grande el papel de Superbluesero en este capítulo, ya que se levantó con toda la idea a las 6:00 AM y sirvió de lazarillo a los blueseros excursionistas, con sus respectivos ceguerones…que si no alguno todavía caminaría en dirección a Avila (como ya viene siendo costumbre).
El pez gato:
¡Un café por lo que valga!…y por supuesto, chupito de Licor de Abejas, ese elixir reconstituyente de cuerpo y alma, ambrosía con la que debían tostarse los olímpicos dioses.
He recuperado mis flamantes gafas de sol (grandioso invento de la humanidad del que no disfruté hasta hace bien poco), que está muy feo mirar a la cara a la gente con los ojos como dos puñaladas y vamos a ver a quién liamos para la sesión matinal…Toni A tiene una deuda pendiente y es buen momento para cobrárla.
Ganamos el rincón del comedor junto a la ventana y comienza uno de los episodios más gloriosos del fin de semana. Toni empieza a desgranar Blues del Delta como él sabe. Por Robert Johnson y por…¡Son House! (¿Death letter? quizá). No me atrevo a hacer otra cosa que escucharle emocionado y pedirle ese “Catfish Blues”, con el que ya nos sorprendió un año antes y que particularmente creo que borda. Con los pelos como escarpias, pronto nos sumaremos al soplo, pero flojito, para no estorbar mucho y echaremos un rato de esos que van directamente a la cajita de los recuerdos. “I feel so good”, aunque siga siendo un “rainy day”.
En estas, el propietario de la Lobera y su esposa se sientan con nosotros, porque él toca la guitarra y le llama poderosamente la atención ese sonido que saca Toni deslizando ese tubito por el mástil. Ella se pregunta cómo es posible que gente tan aparentemente distinta, con edades tan dispares y de lugares tan lejanos, es capaz de compenetrarse de forma tan natural con esa música que ella no entiende…pero que despierta su curiosidad. “Tómate un chupito de este orujete” le digo “que yo te lo explico en dos palabras”…No creo que me entendiera porque cada vez más, cuando intento explicarle a alguien el inmenso placer que puede llegar a producirte el Blues, tanto si tu ánimo es triste cómo si te embarga la euforia, me puede la vehemencia y ¿veis?, ya me estoy poniendo tremendo…
Las bellas durmientes (y Goyo también) empiezan a aparecer por el comedor…¡Que gusto debe dar estar duchadico y descansado como ellos! Pero bueno, si quieres higiene y reposo ¡haberte acostado, gañan!…si total es casi la hora del vermú…Chuchooo!!! ¡¡¡¡Esos manjares!!!! Cervecita y embutido…así es imposible desfallecer (reflexión introspectiva, mode-on)
Veo a Lázaro en la puerta y me acerco a hablar con él. Vaya con Lázaro, hombre callado que no sólo escucha, además atiende y aprovecha la mínima para obsequiarte con una de esas sonrisas que irradian felicidad. Telecastero de pro, se expresa al toque con un lenguaje limpio y verdadero, propio de alguien que se acerca a la música desde el respeto hacia lo que hace, cualidad esta que admiro por encima de muchas otras. Nuevamente un placer encontrarme contigo y compartir momentos blueseros, que si tengo que ponerles una pega, es que fueran tan pocos (maldita dispersión mental). Además, como me dice que se me ve bastante bien para no haber dormido, pues habrá que hacerle caso.
Han vuelto a abrir el grifo de las nubes y nuevamente tiran el agua a cubos, lo que me confirma que Paprika y Romescu, los rumanos de Chema, nos han tangado con el encargo. Además parece que se acerca el momento lechón. Ahora si que me daría una ducha, antes de comer. Alguien me ve preparandome para salir y me pregunta si voy a dormir. “No sólo una ducha” y entonces Goyo, me da el consejo de la semana… “y lávate los dientes, chaval”.
Cuando alguien lleva tanta razón…no se puede objetar nada.
Villalpando Blues:
Mucho mejor…y con hambre de lobo, como no podía ser de otra forma. Regreso y me encuentro con los preparativos de la foto de familia, que en la línea general de la Kdd, sale perfecta porque se nos ve a todos(mejor o peor, que cada uno llevaba lo suyo) y de eso se trata.
Llega el rancho y nos arrimamos el primero (sopa de… o patatas con… nuevamente) y aguardamos el plato fuerte,: neonato asado.
La emprendo con la cabeza que me ha tocado y degusto el vino que trae Iñaki, que debe apellidarse Lomax, porque en su papel de folcklorista entregado, nos deleita con unas coplas XXL que resultan incompatibles con la deglución.
Vamos, que el descojono es tal, que me atraganto y a pique estoy de ahogarme con la oreja del pequeño marrano, al tiempo que lagrimones como puños empujan mis lentes hasta casi hacerlas caer. Como esto siga así, no llego a los postres.
Qué grande también lo de Iñaki. No se cómo llegó, ni tampoco cuándo se fue, pero en los ratos en los que coincidimos, las risas fueron la tónica dominante. Un todoterreno este hombre.
Y bueno, tras la sobremesa, que parece tontería pero se prolonga hasta bien entrada la tarde, llega el momento de dormir. “Si veis que se hacen las siete y no he amanecido, me dais un toque”…
Marcho a la cama mientras la música suena nuevamente y, aunque lamente perderme la sesión de chistes y sucedidos, los pies empiezan a dolerme realmente…¡mierda de botas!…pero tampoco voy a dejar que unas cuantas ampollas me jodan lo que queda. Así que me introduzco en el sobre y me franqueo hacia un estado semi-comatoso, no sin antes comprobar que tengo el “mojo in my hand” y la navaja bajo la almohada…Se han oído extrañas historias sobre fenómenos para-anormales y poltergeist varios en estas sierras, así que toda precaución es poca.
The Phantom of Muddy Waters:
Tras dos horas de sueño, que cunden como ocho, despierto con la estrepitosa irrupción en mis aposentos de un grupo de vándalos sin identificar…o al menos eso creo, porque en lo que me pongo los ojos, allí no queda nadie.
Mientras me acicalo, reflexiono acerca del poder de las endorfinas…Vamos, que no me explico cómo puedo encontrarme fresco y con “cuerpo de Jota”, después de tanta jarana y tan poco sueño en las últimas 36 horas…pero el caso es que me encuentro, así que… ¡¡al lío!!
He de confesar que esta última tanda (que se prolongó hasta bien entrada la madrugada) fue para mi, la que tuvo los momentos de feelin mas intensos.
Una parte importante de culpa se la atribuiría a Pies Sucios, quien entró en el segundo tiempo, a pesar de que le sobra categoría para jugar de titular. Me encanta la forma de tratar la guitarra de Román, porque además de atacar su 335 con técnica exquisita, es un libro abierto en el que, sin prisa pero sin pausa, se van leyendo pasajes de grandes maestros a los que admiro profundamente (T-bone, los tres Kings, Lowell Fulson…), que combina con la sabiduría y el buen gusto propios de alguien que, nuevamente, se acerca a ellos desde la admiración y el respeto.
Con su ayuda, dimos la última vuelta a la tuerca, esa que termina por pasar de rosca nuestros pernos y nos induce a quemar la traca final, aunque en esta ocasión lo que ardiera antes no fuese una falla, sino la “Queimada” que preparó nuestro druida de cabecera, Coolman.
“Mouchos, coruxas, sapos e bruxas.
Demos, trasnos e dianhos, espritos das nevoadas veigas…”
recitaba Superbluesero, mientras el comedor se iluminaba con la luz azulada que da el aguardiente cuando hace honor a su nombre…Algunos, a los que hacía un rato se nos había puesto cara de Muddy Waters, jaleábamos cada estrofa con versos del Mannish Boy, poseídos por el fantasma del bluesman mas presente de la kdd. Momentos llenos de emoción y por qué no decirlo, susto. Sobre todo cuando alguien dijo aquello de “fuego en el suelo” y me entraron unas ganas terribles de salir a tomar el fresco…
Renovadas las fuerzas con el brevaje resucitador del Panoramix bluesero, se reinician las hostilidades. Como en la noche anterior, el Blues generado en la sala de arriba llena toda la casa y desde abajo podemos percibir con claridad el empuje de Nano, el dominio del slide de Chema, la compenetración de Toni y Pies sucios (momento “ya lo decía yo”), el apoyo rítmico de los demás, como si de una All Star Band tabernaria se tratase. Y por supuesto, las intervenciones de los armonicistas expertos Bondi, Festiblues, Joaco y Pobas, que aprovechan la mínima para dejar constancia de su buen hacer. Mucho Cola-cao hace falta para llegar donde llegan estos "mostros".
El “hombre de la pala” ha hecho nuevamente su aparición y casi todos dejamos lo que estamos haciendo para subir en tropel la escalera a recibir nuestra ración y llegar justo cuando Toni y Román encaran sus guitarras, que casi se tocan, mientras los jaleamos embargados por el ancestral espiritu juerguista.
Poco después, la que nos llama a voces es Ladyblues. O mejor dicho, nos llama la voz de Ladyblues. Escucho su voz potente pero modulada, cantando con entrega y llena de conocimiento. Esto tengo que verlo, así que abro la puerta del comedor con intención de subir la escalera y me encuentro con que esto no será necesario, porque es precisamente en la escalera donde está el espectáculo.
De pié en el rellano, veo a Mabel agitandose como enajenada por la música mientras dos o tres atónitos blueseros la miran boquiabiertos…¡joder con Ladyblues! Eso es poderío…¡¡¡mi reino por una armónica!!!
Regreso a toda prisa al comedor y me hago con la primera harp que cae en mis manos, porque NECESITO soplar esa copla y de vuelta al rellano, soplo y soplo, sin preocuparme de si lo hago bien o mal, porque algo que no podría describir me impulsa a ello y…¿qué es esto que tengo en la mano? ¿¿¿¿una cuchara sopera???? Pues toma cucharadas!!!!
Come on in my kitchen:
Tras el episodio del rellano, que guardo como una joya con otros tesoros de mi corta experiencia bluesera, estoy tan eufórico que no me encuentro el culo con las dos manos. Así que cuando escucho decir a Ladyblues que va a cantar no se qué y que suba a soplar con ella, ni pienso en que este es un honor que dudosamente merezca y simplemente, tiro pa´lante.
Públicamente agradezco su confianza, aunque lo cierto es que cuando llegué (después de rescatar mis armónicas, nuevamente perdidas) vi que los barandas de arriba llevaban un buen rato tirando con balas de mayor calibre, que los perdigones que yo gasto.
Decido entonces tomar un respiro y me encuentro con que abajo Alex ha montado su rincón, donde despacha con todo el que tiene a bien compartir su conversación. Mientras, Nano y Mississippi dan rienda suelta a la beatlemanía que comparten y que no puede faltar cuando estos dos se juntan.
En otro rincón, Bondi enseña algunos trucos en un círculo en el que creo recordar se hallaban Boli (que parecía extasiado con el juego que puede llegar a dar una armónica), Bluesbordes, Perry y alguno mas.
Los que faltan, se han hecho fuertes en la cocina con una acustica, confiriendole a este espacio un ambiente que me seduce… Veo a D´stone con cara de retirarse a descansar y pese a que no quiero abusar de su confianza … me encuentro tan bien que sé que me liaré. Así que le comento si no tendría inconveniente en conducir él a la vuelta y, como un buen amigo que es, contesta con un “Ningun problema” que me deja vía libre para dar rienda suelta a mis instintos etílicos, cannabicos y blueseros hasta el final. Nuevamente, muchas gracias Rafa, porque lo que vino después…uffffff!
Muchos fueron los que desfilaron por la cocina en lo que restó de noche y pudieron probar el estofado que allí se cocinaba (a algunos, de hecho, fue allí donde los vi por última vez en este fin de semana grandioso).
Ladyblues, sentada en una de las encimeras, cantaba y cantaba el Blues con un deje canalla que, no lo niego, me pone tontorrón. Ivol, el gran Ivol, acompañaba al toque con una complicidad que me gustó especialmente y el que suscribe, probablemente metió más baza de lo que la prudencia aconsejaba. Pero es que ese pedazo de “Summertime” que se marcó Mabel, acabó con cualquier expectativa de comedimiento. Por no hablar de cuando le comenté lo mucho que me recordaba a Susan Tedeschi y se arrancó con un “Rock me right” a capella, que no es que me pusiera los pelos de punta…es que alguno salió disparado contra la ventana.
Mabel, allí te lo dije y aqui te lo repito: TIENES que cantar el Blues, porque SABES cantar el Blues…y esto no es algo que pueda decir tanta gente. Al menos, así me lo parece.
En fin, que este “momento cocina” fue también de los de guardar y para resumirlo en dos palabras, parafrasearé al amigo Pobas a.k.a. Globas (otro adalid del buen rollo, que no del buenrollismo), que acabado un tema, dijo desde el umbral: “¡Qué feelin!”.
Mas o menos como el que gasta Manolo “Mississippi” cuando se lanza a cantar por otro de sus grupos talismanes, Los Bluesfalos, de los que personalmente guardo un muy grato recuerdo, pues fueron los primeros a los que escuché cantar Blues en castellano. Y es que ya sabes, man, que si la nevera está vacía, no funciona el ascensor y tu chica te ha dejado…ponte otro whisky, que mañana te lo pago…yo.
Alexblues, Nano y Superbluesero mantienen desde hace un buen rato una conversación de lo mas jugosa, a tenor de su duración y al hecho de que, por más que se le insiste, no hay manera de que el pequeño gran hombre tome la guitarra y se incorpore al mambo de la cocina. “Ha tomado una decisión” me dijo alguien y recuerdo que pensé, “como la que debería tomar yo: dejar de tocar ya” Pero no puedo, porque se que han de pasar meses hasta que tenga de nuevo la oportunidad de compartir el Blues, con personas de tan alto rango bluesero como todos los que allí se dieron cita.
Así que persisto en mi intento de alicatar los bendings hasta el techo, aunque la mitad de los azulejos acaben siempre en el suelo, y me llega el momento hipóxico en el que el hombre del mazo se materializa en forma de Buddy Guy setentero y bigotón.
Y es que señoras y señores, a Rice Miller pongo por testigo que hubo un momento en el que, sin duda por la falta de oxigenación y la saturación de mi intoxicada sangre, los ojos se me pusieron en blanco y vi al gran Buddy Guy de los tiempos con Junior Wells, echandose unas risas a medio punteo…y lo peor es que hago lo propio: por dos veces interrumpo los soplidos y me descojono de mi propia felicidad…Esta es tan grande, que sin venir a que, dejo la armónica y me voy, porque acabo de darme cuenta de que estoy muuuuuuuuy mal!!!
Epílogo y cierre:
Bueno, pues no creo que por mi parte pueda añadir nada mas…bueno si: que son todos ustedes una gente cojonuda y que nunca agradeceré lo suficiente la paciencia y generosidad que demuestran cada vez que nos juntamos gracias a esta enfermedad compartida que es el Blues.
Y que, como suele ocurrir, en estos días he lamentado varias veces el poco tiempo que he pasado con algunos de vosotros, pero es que ya se sabe que no se puede estar en misa y repicando, aunque mira que se intenta.
Por último, agradeceros a todos los que, pública y privadamente, tanto me habeis animado para que elaborase esta crónica, que hasta este preciso instante, no he tenido claro que llegase a su final, que para variar, será un consejo gratis:
Somos enfermos del Blues…y como tales, sólo una cosa nos cabe hacer: extender la epidemia allá donde estemos… Yo ya le estoy tosiendo al que curra a mi lado