Bernat Font decidió que le gustaba el blues cuando aun no tenía en su poder ni un sólo disco del género. Tenía 11 años y llevaba desde los 6 tocando el piano. Tiene unos 20 años y es, en la actualidad, uno de los pianistas más jóvenes y prometedores de la escena musical. Asegura que la clave es tocar «todo el puñetero día». Blues & Boogie el Swing, Early jazz, el Stride Piano o el Honky Tonk son los estilos que más le atraen y confiesa que el Blues de Chicago no le fascina aunque no le gusta ponerse límites y mantiene su mente abierta a la música en general. Actualmente es profesor de la Escuela de Blues de Barcelona y ha formado su propio trío junto a Martí Elias e Ivan Kovacevic, con quien también forma un dúo.
1.- Un instrumento como el piano nos hace siempre pensar en el Conservatorio. ¿Fue una decisión tuya aprender a tocar este instrumento?
Completamente, que yo recuerde nadie me presionó, pero quizás decidió el hecho de que yo había visto y ya explorado un poco el piano de casa de mis abuelos.
2.- ¿De qué forma entraste en contacto con el blues?
Nunca lo he sabido del todo. A mi padre le gustaba Louis Armstrong, yo había escuchado algo de Big Mama Montse y música en películas. Un buen día, con unos 11 años quizás, verbalicé «a mí me gusta el blues». Todavía no tenía ni un solo disco jjajaja. Intentando fundamentar esa frase me di cuenta que no había mentido.
3.- ¿Cuáles son tus pianistas favoritos?
Entre vivos y muertos… pues Otis Spann, Albert Ammons, Carl Sonny Leyland, Jelly Roll Morton, James P. Johnson, Dr. John, Monty Alexander, Blind John Davis… Mi «más favorito»: James Booker. Y me siento fatal dejándome nombres como Red Garland, Amos Milburn o Nat King Cole, a quien por cierto se le conoce más como cantante y cara bonita pero era un pianista verdaderamente excepcional.
4.- ¿Con qué estilo te sientes más identificado, Nueva Orleáns, Chicago, Boogie Woogie…?
Siempre he tirado bastante hacia New Orleans, el jump blues y el swing; también me siento especialmente atraído por el Harlem Stride Piano y el sonido honky tonk. No me siento un pianista puramente de boogie woogie, aunque me encanta tocarlo e, inusualmente, el blues eléctrico de Chicago no me fascina demasiado.
5.- ¿Consideras que se habla demasiado de armonicistas o guitarristas frente a pianistas?
Sí, por varias razones. Por ejemplo, que realmente el piano con su sonido tan limpio no expresa de la misma forma ese sentimiento «blue» como puedan hacerlo las guitarras y armónicas con sus bendings. Hay quien otorga importancia a eso. También sucede porque el piano enseguida se relaciona con el jazz y existe cierto rechazo ridículo y absurdo al tema «jazz» por buena parte del público bluesero español. Bessie Smith tocaba con pianistas de swing o hot jazz que «blusean» exageradamente. Yo veo Blues en mucho de lo que hicieron esos pianistas de Nueva York, por mucho que se catalogue de jazz, y no me gusta delimitar fronteras estilísticas hasta algunas décadas más adelante.
6.- ¿Requiere una diferente concepción musical tocar un piano de cola o un Hammond, por ejemplo?
No lo sé, no toco el Hammond.
7.- Si no es muy sencillo tocar blues en España, supongo que para un pianista aún menos. No hay tantas salas que tengan un piano. ¿Cuál es tu opinión?
Todo es un problema de prioridades. Las salas tienen que apostar por la música y creer en ello, es la única forma. Si uno pretende únicamente contar dinerito cada fin de semana, que ponga un DJ y cubatas de garrafón a 9 euros. Muchos no ven que si orientan su bar hacia el blues en directo y lo hacen como es debido, con el tiempo van a atraer a un público determinado que además va a ser fiel. Comprar un piano de segunda mano y mantenerlo no es una inversión estratosférica para una sala (hablo en general, la crisis ya es otro tema). Corren por ahí pianos tronadísimos, hay gente que casi los regala. Se reparan un poco y vale, quizás no sonarán deliciosamente (cosa que en el blues no importa tanto como en otros estilos) pero van a servir, como mínimo, para conciertos de piano solo.
8.- Muchos de los pianistas llevan o lleváis un teclado más sencillo de transportar para poder adecuarse a las salas. ¿Repercute negativamente en vuestra música? ¿Podría incluso pensarse que enmascararía al pianista mediocre frente al bueno?
Evidentemente, por muy bueno que sea un teclado, nunca se toca igual que con un piano. Por un lado, porque el tacto en ocasiones puede repercutir bastante negativamente en la interpretación y comodidad del pianista y, por otro, porque el sonido de un teclado amplificado siempre es más o menos penoso. Además, un piano acústico saca un sonido distinto dependiendo de quién lo toca, y los teclados alteran o eliminan esa personalidad, empeorando la parte emotiva de la ejecución.
9.- ¿Cómo ves la escena del blues en nuestro país, y más en concreto la del piano? ¿Crees que hay zonas geográficas «más sensibilizadas» hacia este instrumento?
La presencia del blues… minoritaria, como ha sido casi siempre en la historia; podría mejorar mucho pero, claro, yo no puedo ser objetivo. La escena pianística se ve especialmente afectada por depender de las salas que tengan piano, que son poquísimas. Si hay regiones más sensiblizadas o si ha mejorado o empeorado últimamente son cuestiones sobre las que no puedo opinar porque todavía no me he movido fuera de Cataluña y, como quien dice, yo acabo de llegar de París en la cestita de la cigüeña.
10.- ¿En que proyectos te encuentras actualmente inmerso y cuales son los que tienes previsto en un futuro?
Actualmente soy el pianista de Ivanow Jazz Group durante esta temporada y estoy montando un duo con el contrabajista Ivan Kovacevic. Toco frecuentemente con otros músicos como, por ejemplo, Hernán «Chino» Senra, con quien hace mucho tiempo que tenemos un proyecto a punto de despegar y al que nunca damos el empujón final, estoy empezando a preparar mi propio «piano trio» y formo parte de la Escuela de Blues de Barcelona, proyecto pionero a Europa. A parte de eso, por el momento hago muchas cosas puntuales.
11.- Un consejo para los músicos que han apostado por el piano
Si la pregunta se refiere a los músicos que intentan promover el piano organizando eventos, etc., les diría que gracias, que sigan así y ojalá yo pudiera participar de eso. Si se refiere a los bluesmen que deciden escoger el piano como su instrumento… No creo que yo sea nadie para dar consejos, pero hay uno que sí puedo dar y de hecho es el único que doy cuando alguien me pregunta «¿cómo has llegado a tocar así?» o «¿qué me aconsejas para aprender o mejorar?»: A TOCAR TODO EL PUÑETERO DÍA.
Más información sobre Bernat Font: http://www.myspace.com/bluesmonk
Fotografías: Joan Josep Gómez