David García

David García, de los Blindlemons, abre este especial dedicado a los armonicistas nacionales en activo. El armonicista asturiano afincado en Madrid nos cuenta con detalle su andadura en el arte del "soplido", sus incursiones como luthier, sus tendencias y gustos musicales y su visión de la situación actual del blues en general y de la armónica en particular en nuestro país.
Gracias David!
 
01-.¿Por qué te decidiste por la armónica?

A mí siempre me ha gustado la música, desde niño, y cuando me fui adentrando en serio en el blues sentí la necesidad de tocar además de escuchar. Escogí la armónica porque primero, me gustaba cómo sonaba en el blues, la fuerza que transmitía, y segundo, porque no tenía ni pasta ni tiempo para aprender a tocar la guitarra o el piano. Ingenuamente pensaba que además resultaría más fácil. El tiempo me hizo ver lo equivocado que estaba…

02-.¿Cuáles son tus influencias?

Bueno, a mí me gustan muchos armonicistas, tanto de toque clásico como moderno, pero para tocar, como yo me tiro más a lo clásico, siempre me he fijado en los que tocan así. De los que más he mamado han sido Little Walter, Walter Horton, James Cotton, Junior Wells, los dos Sonny Boys, DeFord Bailey, y de los contemporáneos Kim Wilson y William Clarke.

03-.¿A qué edad empezaste a tocar?

A los 19-20, más o menos (ahora tengo 30).

04-.¿El mejor armonicista?

Yo no creo que se pueda hablar de "el mejor", ni con la armónica, ni con la guitarra, ni con casi nada en general. Sí que lógicamente hay una serie de gente que ha destacado y destaca por encima del resto por diversos motivos, pero no tiene mucho sentido hablar de "el mejor". No hay un criterio universal que permita señalar a alguien concreto.

05-.¿Cómo ves el futuro del blues?

A corto plazo, razonablemente bien. Cada vez salen más bandas, con gente cada vez más joven metiéndose, y sigue habiendo un público fiel. Pero a medio-largo plazo, no sabría qué decir. No soy demasiado optimista, la verdad. Musicalmente, la gente cada vez se deja llevar más por las corrientes, las radiofórmulas y la televisión. El ser humano tiende a la ley del mínimo esfuerzo, eso es así, y en la música no iba a ser una excepción. Cuanto más hecho y masticado nos lo den todo, mejor. Así que al final la mayoría de la gente escucha lo que desde las multinacionales quieren que se escuche, y enfoca su ocio a lo que socialmente está más y mejor visto: hacer colas kilométricas en las autopistas para meterse en un centro comercial un sábado, salir los fines de semana y ponerse hasta el culo de garito en garito escuchando en todos las mismas canciones de La Oreja (juro que no entiendo cómo a nadie se le han reventado los tímpanos aún con la voz de esa chica, en serio), Alejandro Sanz, Ricky Martin y demás pachangas, o meterse en discotecas a hacer lo mismo mientras a un tipo le pagan una barbaridad por pinchar discos, decir que lo suyo también es crear música y provocar faringitis ajenas en todos aquéllos que pretenden hablar con alguien en la pista. Y como por parte de muchos ayuntamientos hay una hipocresía tremenda cuando se les llena la boca hablando de política cultural mientras revientan la escena de música en directo en locales pequeños, al final se te queda cara de tonto. Pero bueno, volviendo al tema, por ahora la gente sigue disfrutando yendo a conciertos, incluso los que lo hacen por primera vez. Muchísima gente tiene un concepto equivocado del blues, de música lenta, triste, un coñazo, vaya, y cuando van a un concierto arrastrados por algún amigo descubren una música alegre con la que se lo pueden pasar bien. Pueden bailar, pueden beber, pueden ligar…Pueden disfrutar, en definitiva, que es para lo que toda la vida ha servido el blues. Es a ellos a los que hay que conseguir enganchar, para que a su vez enganchen a más gente. Si después de ir a ese concierto y pasárselo bien vuelven a la rutina de la pachanga y los garitos de moda, no se habrá ganado nada. Pero bueno, en cualquier caso, aún sigue quedando un reducto de gente que es capaz de sacrificar unas horas de sueño entre semana para tomarse unas cervezas con los amigos mientras ve algo de música en directo. Otro día hablaremos del futuro del blues en términos estilísticos o evolutivos, que eso también da para hablar largo y tendido…

06-.¿Qué equipo utilizas?

Depende del sitio en el que toque. Tengo varios amplis y varios micros, y dependiendo de factores como transporte o tamaño del local, llevo unos u otros. Pero cada vez me estoy volviendo más vago, y me cuesta cargar con el Fender Bassman, que suena muy bien, pero es un muerto. Últimamente suelo llevar casi siempre o bien un Fender Princeton Reverb de los 70 modificado con un altavoz Weber de 12", o bien un Marble Max, que es pequeñito y me permite moverme con él en metro llevándolo en la mano. De micros, mi favorito es un Astatic JT-30 con una cápsula de cristal de los 40 que se conserva alucinantemente bien, pero también toco con otros JT-30s de cápsulas cerámicas y de cristal, y a veces con un Shure Brown Bullet con una cápsula CR negra, sobre todo si uso el Bassman. Pero prefiero los Astatics.

07-.¿Qué disco consideras tu disco de cabecera en el aprendizaje?

No hay uno solo, pero por destacar algunos, podrían ser el "Best of Little Walter" de Chess editado por MCA, el "Hoodoo man blues" de Junior Wells en Delmark, el "Living the Blues" y "Live in Chicago" de James Cotton en Verve y Alligator, respectivamente (aunque luego descubrí muchos otros discos de Cotton que me gustaron más, pero estos fueron los que me engancharon al principio), un recopilatorio de Chess de SonnyBoy II llamado "Work with me" y otro de SonnyBoy I del que no recuerdo el nombre. Luego hay por ahí uno de Walter Horton llamado "Hard hearted woman", el tercero de la serie "Chicago – The blues today!", y otro de Johnny Young llamado "Chicago blues", en Arhoolie, en los que está para pillárselo todo (en el de Johnny Young también está Cotton en una forma impresionante). De los modernos, mi favorito de Kim Wilson es "My blues" en Antone’s, y aún estoy alucinando con el "Live in Germany" de William Clarke que ha sacado su viuda hace poco en su propio sello. Pero vamos, de casi todos los discos se puede aprender algo…

08-.¿Cual es el armonicista que más te ha sorprendido en directo?

Hmmm…No sabría decir, porque generalmente suelo saber lo que voy a ver de antemano, aunque siempre hay gente que nunca deja de sorprenderme. Las sorpresas suelen venir más bien en alguna jam, que se sube alguien, lo oyes y dices "¡Coño!, ¿y éste de dónde ha salido?". De todas formas, no sé, Joe Filisko me sorprendió, por ejemplo, porque tenía la imagen de él como luthier, y como músico es impresionante el dominio que tiene de la armónica de blues en estilos de preguerra y Chicago. Y luego hay otros como John Hammond que es de los que digo que nunca dejan de sorprenderme, porque es alucinante la intensidad, el sentimiento y el partido que le saca a la primera posición sin ser para nada artificioso, pero sabiendo bien lo que hace. Es de los que pone los huevos encima de la mesa ahí junto a las armónicas y la botella de agua y no se los guarda en toda la noche…Por aquí, al que siempre veo como si fuera la primera vez es a Ñaco, sin duda…
David García
09-.¿Tus garitos preferidos del país para tocar?


Sin desmerecer a ninguno, La Coquette es en el que mejor me lo paso, por el ambiente que se respira, con la gente apretujada a medio metro del escenario, la cueva, las paredes de piedra, el blues sonando a todas horas, la parroquia habitual, los de delante y los de detrás de la barra…Pero hay otros, como el Beethoven en Madrid, el Savoy en Gijón, el Alexis en Granada, Casagrande en Sevilla, el Residence en Bilbao o La Alquitara en Béjar en los que por unos motivos u otros, es una gozada tocar. A nivel local, Coquette y Beethoven son, desde luego, "los" garitos de blues de Madrid ciudad. Hay otros en los que se trata muy bien al blues y a los que lo practican, como el Moe o el Junco, pero no están tan volcados musicalmente en él. De todas formas, raro es el sitio en el que no me lo he pasado bien tocando. Eso sí, generalmente se pasa mejor cuanto más comprometido está el dueño/encargado/programador con la cosa musical. Se nota mucho cuando le gusta la música en general y el blues en particular, tanto en el trato personal como en la clientela que se forma, en contraposición al que le es totalmente indiferente y su único interés es llenar el local y que la gente consuma (interés que comparten, lógicamente, los demás, con la diferencia de que no lo hacen único, no sé si me explico).

10-.Un consejo para los foreros.

Pues no sé, yo no creo que esté en condiciones de dar consejos a nadie, la verdad, con todo lo que me queda por caminar y aprender…Puestos a reflexionar sobre algo, yo creo que es muy importante darse cuenta de que la música en general, y el blues muy concretamente, están ahí para pasarlo bien, para disfrutar y hacer que la gente disfrute, como decía antes, no para teorizar y trascendentalizarla, ni para dar rienda suelta al ego de nadie. Fuera de un escenario hay un montón de discusiones que resultan totalmente estériles, tanto en foros como en persona. Y luego, dentro de él, hay gente que no se da cuenta que de lo que se trata es de pasarlo bien, no de pasar ningún examen ni de que la gente se asombre ante el talento de uno, por muy arrebatador que uno, en plena contemplación de su propio ombligo, crea que sea, con mayor o menor -en estos casos, generalmente menor- acierto. Y sobre la armónica, para mí hay tres cosas importantes: una, hay que saber sonar sin micros ni amplis ni leches; si no se suena bien sin amplificar, el micro y el ampli no van a hacer milagros; dos, la lengua se puede y debe usar para más cosas que hablar, comer, pegar sellos y hacer guarrerías; y tres, poder darle carácter a una sola nota es más importante que poder hacer una frase a toda leche. Bueno, y cuatro: el silencio también es una nota.

11-.¿Has salido al extranjero a tocar? En caso afirmativo, ¿qué tal la experiencia? ¿cómo es la cultura musical del país en concreto?


Pues no, pero no será por ganas. A ver si este verano sale algo…

12-.¿Cuál ha sido tu experiencia más desagradable sobre un escenario?

No hay una que pueda decir que es la peor, pero claro, ha habido experiencias de todo tipo. Varían desde estar tocando con una diarrea tremenda y salir pitando al baño nada más terminar (no entraré en detalles escatológicos, pero como epílogo, basta hacerse una idea del estado habitual de los baños de los garitos para entender lo necesitado que debe estar uno para meterse a hacer según qué cosas a según qué horas) hasta ponerse a tocar tres minutos después de una cena pantagruélica y no poder casi ni soplar, pasando por las situaciones más variopintas que uno pueda imaginarse provocadas por el freak alcoholizado de turno. Por lo demás, es bastante frustrante estar tocando a duo acústico en un sitio en el que todo dios está a su bola hablando a volumen de trompetas del apocalipsis, pero bueno, a todo se hace uno.

13-.¿Vives de esto? En caso de ser negativa ¿aspiras a vivir de esto?

No, no vivo de esto; lo que no sé decir es si afortunada o desafortunadamente…A día de hoy, para mí sería una aspiración irreal, tal y como está el patio, pero está claro que a todo el que le gusta hacer algo estaría encantado de poder vivir de ello en lugar de estar poniendo cafés o metido en una oficina.

14- ¿Customizas tus armónicas? si es así ¿que diferencia de sonido entre una customizada y una normal??

Sí, lo hago. Más que diferencia de sonido, que la hay, la mayor diferencia está en la "tocabilidad" de la armónica. Una armónica bien ajustada y retocada permite hacer lo mismo con más facilidad. Se necesita menos cantidad de aire para que suenen las notas, los bendings y overblows salen con menos trabajo y la armónica es en general mucho más cómoda. En cuanto a sonido, tienen más volumen y más claridad, y, dependiendo del peine, más brillo o más calidez. Pero customizaciones aparte, creo que es importante que uno sepa al menos poder darle cierto mantenimiento a su armónica: tenerla bien afinada y poder repararla llegado el caso debería venir en los manuales.

15- ¿Piensas dedicarte , comercialemnte hablando, a la tarea de Luthier??

Es algo que llevo pensando un tiempo. Por un lado la idea me atrae mucho, y ya ha habido gente que se ha interesado, pero por otro, tengo que plantearme organizarme de forma eficaz para minimizar el tiempo que me lleva cada cosa. Ahora mismo, como sólo hago cosas para mí, no lo tengo sistematizado, ni un lugar dedicado exclusivamente a ello, con lo que me lleva bastante tiempo dejar una armónica bien ajustada. Y si tuviera que ofrecer mis servicios, debería poder reducir considerablemente ese tiempo para que los precios no se disparen, claro. Hay que tener en cuenta que una armónica custom ahora mismo no baja de 100 euros en los sitios de internet. Aparte, sinceramente, yo estoy acostumbrado a lo que me funciona a mí, y estoy contento con cómo me quedan las cosas para usarlas yo, pero aún no estoy seguro de cómo funcionaré de cara al resto. En cualquier caso, considerando que incluso en Estados Unidos, donde la demanda es mucho mayor, hay customizadores que están dejando el negocio y buscándose otros trabajos, plantearse algo aquí implicaría tomárselo con tranquilidad y simplemente tenerlo como un complemento.

16- ¿Que opinion tienes sobre los amplis de armonicistas , como el Marble Max ( hace poco se ha agenciado uno, el mamonasso)o el Fender Bassman, y que diferencia encuentras entre ellos??

Pues sí, hace poco me compré un Marble Max, pero más que nada por cuestiones prácticas: quería un ampli pequeño, que pudiera llevar en el metro o en la cabina de un avión, dado el caso, pero que estuviera bien construido, fuera versátil (se le pueden cambiar todas las válvulas sin reajustar nada, e incluso se puede sustituir la 6V6 por una 6L6 sin problema, y además tiene un line-out que permite poder tocar con él en sitios grandes sin tener que microfonarlo) y tuviera buen sonido, y barajando distintas opciones, me quedé con éste. Y tan contento. Pero mira, lo de los amplis, igual que lo de los micros, es una cuestión de pijerío total. El famoso GAS y todo eso. Yo tengo varios amplis y varios micros, pero con un buen ampli y un buen micro me bastaría. A otros les bastaría incluso con un mal ampli y un mal micro. Si uno tiene buen tono, sonará bien con lo que le pongan. Luego, claro, está la cosa de que le guste más cómo suena con un cacharro que con otro.

Hace cincuenta años no había amplis para armonicistas, y el espejo en el que todos quisiéramos mirarnos está ahí…De hecho, los grandes armonicistas de hoy en día siguen usando, sobre todo en las grabaciones, amplis antiguos. No sé si era Mark Hummel el que decía en uno de los últimos discos que él usaba amplis Victoria o no sé cuáles, pero que para grabar el disco había usado su Bassman (creo recordar) original de los 50. Luego a Kim Wilson le ves tocar con amplis Fender de primeros de los 60 en los conciertos, a Rick EStrin con Super Reverb, Dennis Gruenling ha grabado con un Deluxe Reverb y un Harmony…Total, que las preferencias tiran siempre hacia los amplis antiguos. Ahora bien, según qué amplis son difíciles de conseguir en buen estado a un precio razonable, y de un tiempo a esta parte la oferta de amplis pensados específicamente para armonicistas ha ido creciendo: Sonny Jr., Harp King, Harpgear, Marble, Thunderharp, Meteor, Texas Crude…y más que no recuerdo. También se puede uno ir a amplis en principio para guitarristas, pero que son muy aprovechables para los armonicistas, como el Pro Junior y Blues Junior en formato pequeño, y Bassman en grande, de Fender, Classic 30 y 50, y Delta Blues de Peavey, o los Victoria Bassman o Band Master si se tiene dinero…Y por un precio muy módico se puede hacer uno por internet con amplis antiguos (40s-60s) de marcas como Masco, Supro, Valco, Harmony, Sivertone, Premier, National, Oahu o Danelectro, que tienen un sonido clásico impresionante y como no son Fender están mucho mejor de precio.

En cuanto a los amplis de armónica, a mí lo poco que he probado me ha gustado. El Harp King es un muro de sonido impresionante, y el Marble es genial si se quiere tamaño pequeño con buen sonido. Dentro de poco probaré un Harpgear, que sospecho que no diferirá demasiado del Marble. También he probado un Victoria Bandmaster, que es de lo mejor que he oido nunca (aunque a un precio prohibitivo) y el Victoria Deluxe, que por el contrario no me entusiasmó gran cosa. El Bassman, que es el que se puede decir que es un ampli típico de armonicistas sin estar concebido como tal, es mejorable tal y como viene de serie. Un Bassman recién salido de la tienda no le llega a la suela de los zapatos a un Victoria, pero claro, también hablamos de 1200 euros vs. casi 3000. Pero bien retocado es un buen ampli. Lo que no se puede es comparar a los pequeños tipo Champ, Marble Max o Harpgear, porque son 45 watios saliendo por cuatro 10" contra 10w saliendo por un 8" y un circuito totalmente distinto. El sonido no tiene nada que ver.

Como comentario final, diría que si uno tiene suerte para encontrarlo y se lo puede permitir, un buen ampli antiguo sería la opción a escoger. Ahora, de lo que se fabrica hoy en día, un ampli "de boutique" siempre va a ser mejor opción que uno de una multinacional. Pero claro, todo depende de lo que uno se pueda permitir y de las necesidades de cada cual. Si se quiere un ampli grande, los 1200 euros del Bassman tienen poca competencia frente a lo que cuesta un Harp King, un Victoria o un Meteor, aunque se acercan al precio de un Marble de tres o cuatro 8". Pero si se va a por un ampli más pequeño, yo entre gastarme quinientos en un Blues Junior o algo menos en un Pro Junior, y esperar un poco más, ahorrar algo y dejarme 700 en un Marble Max, Harpgear o similares, me decantaría por esto último. Pero vamos, vuelvo al principio, esto es todo pijería…A un Pro Junior se le puede hacer sonar perfectamente.

17- ¿Como ves el panorama armonicista nacional??


Pues cada vez más poblado, osea que bien. Igual que el de bandas en general. La pena es que el número de garitos en los que se puede tocar dignamente decrece casi a mayor velocidad que aumenta el de bandas. A los ayuntamientos les interesan más las macrodiscotecas y los garitos cool que les engorden las arcas a impuestos y los bolsillos a base de dinero B para mantener triples filas en calles céntricas sin que nadie se lleve una multa, y de paso tengan a la gente aborregada. Pero bueno, veremos como va la cosa en el futuro. Volviendo al tema, parece que hay un interés creciente en la armónica, y cada vez se ven más armonicistas y con más nivel entre los más jóvenes. Aún así, la generación de Ñaco en general, y Ñaco en particular, han marcado una época, y siguen marcando el nivel en España. Pero mira, ahí estamos gente como Victor Puertas, Blas Picón, Quique Gómez o yo mismo, intentando hacernos un hueco, y otros como Marcos Coll que ya se lo han hecho, aunque hayan tenido que salir del país para afianzarlo.

18-¿Cómo empezaste a cantar?

Pues por necesidad. Cuando parte de los que estábamos en nuestra antigua banda, Alias Blues Gang, nos metimos a un nuevo proyecto, los Blind Lemons, estuvimos un tiempo buscando cantante mientras yo hacía las veces de forma temporal, y como al final no nos convenció del todo ninguno de los que probamos, nos quedamos con aquello de "Más vale malo conocido…" y dejamos de buscar. Yo tengo claro que no soy cantante, lo mío es la armónica; pero también creo que cubro nuestras necesidades de forma suficiente, y la prueba es que de un tiempo a esta parte me ha estado empezando a salir trabajo al margen de la banda porque canto además de tocar la armónica. Además lo de cantar implica otra serie de cosas: llevar la banda, dirigirse al público, controlar más lo que pasa sobre el escenario…que no son cosas con las que me encuentre excesivamente cómodo, porque yo estoy más a gusto en mi rincón dedicándome a soplar y dejándole esos asuntos a otro, pero como decía antes, a todo se hace uno.

19- ¿Consideras el “cante bluesero” una parte adicional del espectáculo o lo respetas lo suficiente?

Pero es que no son conceptos incompatibles. No entiendo por qué ha de dejar de ser respetable por el hecho de que no haya un cantante en la banda que se dedique exclusivamente a cantar. A mí, salvo que se trate de una personalidad arrolladora que haga los temas totalmente suyos, no me entusiasma demasiado el concepto de banda más cantante. Me gusta que el cantante toque otro instrumento aparte de sus propias cuerdas vocales. Pero eso no implica que deba descuidarse la voz para focalizarlo todo en el otro instrumento. Un cantante malo o descuidado tira por tierra a la banda. No hay que olvidar que de lo que se trata en el fondo es de contar historias. Una cosa es que el público no sepa inglés (que cada vez pasa menos) y que por tanto no sepa lo que se está ca(o)ntando, y otra que el cantante, o bien tampoco lo sepa él mismo (que también pasa) o le importe tres cojones lo que esté diciendo. Un cantante tiene que contar una historia, tiene que transmitirla, sentirla, y para ello tiene que reunir dos requisitos: tener las condiciones apropiadas para hacerlo (es decir, saber usar su voz, lo que no implica necesariamente tener un vozarrón, y ojo, saber usarla en el contexto en que se encuentra, que no es lo mismo cantar blues que rancheras, y ni siquiera es lo mismo que cantar jazz, cosa que algunos y sobre todo algunas tienden a olvidar, ni rock, cosa que algunas y sobre todo algunos tienden a ignorar) y darse cuenta él mismo de lo que canta. Es que eso a mí me quema un poco. Mira, yo no soy un fan del blues en español, pero lo prefiero antes que a uno que hace guachi-guachi sin saber lo que dice. Claro que ahí entraríamos en el farragoso terreno de la poquísima gente que es capaz de escribir letras decentes en español y que le cuadren bien al blues, y la mucha más a la que dan ganas de pagarles un curso en Opening con tal de que dejen de destrozar nuestra lengua (o de destrozar el blues, según se mire).

20- ¿Voces femeninas no?


Reconozco que ahí tengo un problema existencial, sí. Tiendo a preferir a los hombres que a las mujeres. Cantando, se entiende. El 90% del blues que escucho está cantado por hombres, así que de alguna manera es con lo que he crecido musicalmente. Pero bueno, también tiene que ver con lo que comentaba antes del concepto de banda más cantante, que se da mucho más en el caso de tener a una chica cantando. Ahora, lo mismo que digo esto, reconozco que flipé viendo a Koko Taylor o a Big Time Sarah. Es un poco lo que comentaba antes de hacer suya una canción, y es que no se trata sólo de cantar, sino de actitud. Por otro lado, tengo la sensación de que las cantantes femeninas están un poco sobrevaloradas por una cuestión puramente estadístico-hormonal (más de las 3/4 partes del público tiene mucha más testosterona que estrógenos, segregando además a niveles superiores a la media por influencia del alcohol). Pero vamos, que sí es cierto que hay muy buenas cantantes, también en España, y me lo paso bien en conciertos con chica cantando. Simplemente es que no me acaba de entrar del todo…

21- Te has ganado cierta fama de purista entre los que te conocen.¿Cómo ves lo del purismo?.¿Consideras que purismo=mente cerrada?


No, simplemente me llama la atención la ligereza con la que algunos se colocan la etiqueta de amigos -ejem-.

Mira, esto del purismo es como si te gustan mucho las judías, las comes casi a diario, y te gustan, pero algo menos, o las comes con menos frecuencia, las lentejas, y se produce la siguiente situación:

Estás sentado en la cafetería del curro y llega un amigo con un tupper lleno de lentejas. Se sienta a tu lado y te dice:

– Hombre, ¿qué tal?. ¿No comes nada?. Mira, tengo aquí unas judías cojonudas, ¿quieres?.

– Hey, ¿qué tal?. No, gracias, no me apetecen ahora mismo. De todas formas, eso son lentejas…

– ¿Que son qué?…Que no, hombre, que son judías, que las ha hecho mi madre y están buenísimas. Si además el otro día te vi comiéndolas.

– Vamos a ver. Que eso son lentejas, copón. Y claro que me viste el otro día comiéndolas. Comiendo lentejas. Pero es que hoy me apetece más un plato de judías, que iré ahora a pedir a la barra.

– Serás cabrón. ¿Cómo puedes decir que esto son lentejas?. Di que no te gustan mis judías y ya está, joder…

– Que no es una cuestión de que no me gusten tus judías. Es que lo que llevas ahí son lentejas, y tampoco es que no me gusten las lentejas, que sí me gustan. Pero es que hoy me apetecen judías.

– Vete al pedo. Eres un taliban de las judías, cacho perro. Eso es lo que eres.

Pues esto es algo parecido. Yo entiendo por "purismo" el que te gusten unos ciertos estilos de blues más que otros, o que incluso no consideres que fulano o mengano hacen blues. Eso no tiene por qué ser malo. Es decir, que a cada uno le guste lo que le de la gana, ¿no?. A mí no me importa en absoluto que la gente se machaque a escuchar a Rosa de España (cuando le dio por decir que hacía blues, o cuando el Yuroslivinaselebreision, ya puestos), a "V*****", a casi cualquier banda inglesa de los 60-70, a Gary Moore, a AC/DC o a cualquier clon onanista-circense de SRV-y-más-allá (el mentado por estos lares Carvin Jones, sin ir más lejos, por ejemplo). En serio, que me parece de puta madre que se lo pasen bien. Pero que no me vengan diciendo que hacen blues. El blues es otra cosa. A mí me flipan AC/DC, por ejemplo, pero no se me ocurre decir que estoy escuchando blues (aunque bajo mi forma de verlo, es la interpretación más propia que el hombre blanco ha hecho del blues, siendo lo demás intentos de imitar lo que oían/oimos en los discos de los negros). Y sin embargo, al Carvin éste no le aguanto más de tres temas…Y no pa-sa na-da…Eso por un lado. Por otro, parece que cuando dices que no te gusta una cosa le estás haciendo un desprecio. Oiga, que no, mire, que no se trata de eso. Yo puedo decir que no me gusta algo y parecerme estupendamente que a tí te entusiasme. Pero por el hecho de que a tí te parezca la leche, no te empeñes en que a mí me tenga que gustar…Además, a veces se confunden churras con merinas, y hay que saber distinguir por un lado el concepto de "me gusta/no me gusta" y por otro el de "esto es blues/esto no". Hay elementos en cada una de las cuatro posibles categorías, y no hay nada malo en que así sea. Es seguro que los que yo pongo en una u otra categoría no van a coincidir con los que ponga otra persona, ni los que ponga esa otra con los que ponga la de más allá. Pues ya está. Eso es todo. No pasa nada. Ahora, ¿que porque uno coloca sus fichas de una determinada forma se le llama purista, talibán o cerrado?…Pues bueno, pues vale…¿Y?. Mientras haya un respeto mútuo hacia los gustos de los demás, no tiene por qué haber ningún problema.

22- ¿Te gustaría comentar y/o añadir algo relacionado con el mundo de la armónica en particular o del blues en general?

No sin alargar esto más de lo que lo he alargado ya, que es demasiado; que me lio a escribir y me enrollo más que una persiana. Estaba intentando pensar en algo que quedara bien, así en plan trascendente y tal, para acabar, pero no se me ocurre nada, así que me limitaré a animar a los que están con la armónica a que sigan dándole duro, y todos, armoniqueros y no, a que sigan disfrutando con el blues y yendo a conciertos. Y si alguno de ellos coincide que es nuestro, que se acerquen a saludar y echarse unas risas…Y a vosotros, por supuesto, muchas gracias por proponerme esto, que sigo sin tener muy claro a cuento de qué estoy yo aquí, pero agradezco igualmente la oportunidad de poder desvariar un rato sobre armónicas y blues.