Desde los comienzos del siglo XIX, la población de esclavos negros en Norteamérica creó y desarrolló sus propias formas musicales. Voces lastimeras, gritos de llamadas con respuestas y canciones de trabajo. Este proceso también tuvo lugar dentro del seno de la población blanca sureña. Allí eran populares las baladas irlandesas, británicas, alemanas, francesas, y por supuesto, las africanas. La mezcla de todos esos orígenes musicales, dio lugar a un típico estilo de canción sureña. Prácticamente, aquella mezcla de inspiraciones se podían clasificar en tres tendencias o estilos claramente diferenciados: las canciones de origen étnico; las canciones afroamericanas (especialmente los orígenes del blues) y una música blanca, nostálgica, que en aquel momento todavía estaba por etiquetar.

Hubo una época que, unos y otros, los cantantes de raza blanca y los de raza negra, bebían casi de las mismas fuentes musicales. Diferenciándose, cada uno de ellos, por un inconfundible sello que delataba sus orígenes y la herencia musical de sus ancestros. A finales de dicho siglo (1897), nace Jimmie Rodgers, el creador del blue yodel. Catorce años después (1911) vendría al mundo Robert Johnson, un cantante negro cuya música influenciaría de forma notable a todos los intérpretes sucesores del blues. Rodgers y Johnson, estaban rodeados de gente que interpretaba y creaba blues. El primero recibía influencias de música negra durante su infancia en su pueblo de Alabama y después en Mississippi. El segundo asimilaba la música de la gente de su raza con la que convivía en el alto Delta del Mississippi. Quizás, si la niñez de ambos hubiera coincido en el tiempo, estos dos grandes de la música de raíces se podrían haber encontrado en cualquier cruce de caminos, de cualquier pueblo, lo más seguro que oyendo, creando o cantando algún blues.

A lo largo de su adolescencia, Jimmie (faltalmente marcado por su tuberculosis congénita), estuvo poco ocupado con el colegio y mucho con la guitarra, además de algún que otro amigo negro. Años después y a pesar de su enfermedad, trabajaría en la construcción del ferrocarril donde, de nuevo, se vería rodeado de gente de raza negra. De ellos aprendió la tristeza, la melancolía del blues. De otros, de los inmigrantes europeos, asimiló el yodel, un canto-lamento originario de los Alpes austriacos. Estas influencias, sumadas a su propia inspiración, dieron lugar a una serie de interpretaciones que Rodgers, todavía cantante amateur, regalaba a quien quisiera escucharle por las calles y tabernas de pueblos y pequeñas ciudades por las que deambulaba en los años 1919 y 1920. Apenas diez años más tarde, Johnson, hacía lo mismo con el blues y sus “endemoniados” textos y acordes. Después de desaparecer un año (nadie supo nunca por donde anduvo), Robert apareció asombrando a los grandes maestros de la época haciendo una música y unas letras que, según muchos coetáneos, le había enseñado el mismísimo demonio. Al igual que Jimmie, paseó sus lamentos y su sonido slide-guitar por calles y tabernas de pueblos y estados, allá donde quisieran oírle: Michigan, Memphis, Illinois e incluso New York. Aquella revolución para ambos géneros musicales, muy común en varios aspectos, no hacía nada más que empezar. Jimmie grabó sus primeras canciones en el año 1927. Robert lo haría nueve años después.

Los dos murieron jóvenes, triunfadores y en soledad. El primero, en la habitación de un hotel, después de grabar la que sería su última sesión fonográfica. Tenía 35 años. El segundo, de forma trágica –se dice que asesinado- en su casa, a los 27 años. Solo cinco años después que Rodgers. Ambos dejaron un inapreciable legado con el que muchos de sus sucesores enriquecerían su música.

La discografía de ambos es escasa pero intensa, y está repartida en discos y recopilaciones diversas de otros tantos sellos discográficos. Sin embargo, el prestigioso sello Frémeaux & Associetés (distribuído en España por KARONTE) dispone de dos cajas, una por intérprete, conteniendo cada una de ellas dos cedés con toda la producción musical más representativa de ambos:

“Robert Johnson. The Blues: San Antonio-Dallas 1936-1937”. Ref. FA 251.

“Jimmie Rodgers .The Blues: Camdem-Louisville 1927-1933”. Ref. FA 254.

Trully