¿Qué harías por las noches si te hubieras pasado la larga jornada trabajando como esclavo en una plantación o como humilde asalariado en una factoría regentada por un explotador blanco?
Las opciones son varias: rebelarse contra el poder establecido y encabezar una marcha o huelga contra el patrón, pasarle a cuchillo y acabar en la horca; agachar la cabeza, resignarse y esconderse en la choza soñando con mejores tiempos; o emborracharse como un loco, beber hasta perder el sentido y montar bronca con todo el que pase a su lado…

Descárgate aquí este interesante documento elaborado por Héctor Martínez.