Del 13 al 15 de noviembre se celebró en el Gran Casino de Lucerna la décimo-cuarta edición del festival de blues de esta bella ciudad suiza, con un magnífico cartel que hace que cada año se vaya consolidando como uno de los mejores festivales de blues europeos.
Jueves 13 .- En el auditorio principal, Panoramasaal 19:00 h Fruteland Jackson y Fernando Jones 20:15 h Curtis Salgado 21:45 h Sue Foley 23:30 h The Cash Box Kings con Oscar Wilson como invitado especial En otra sala del casino, el Casineum Blues Stage 01:00 h The Campbell Brothers
Viernes 14 .- En el Panoramasaal 19:00 h The Homemade Jamz’ Blues Band 20:30 h Pat Boyack y Hash Brown 22:00 h Bettye LaVette 23:45 h The Campbell Brothers. En el Casineum Blues Stage 23:00 Little JC 01:30 h Steve Guyger con Steve Freund, Steve Gomes, Steve Ramsay y David Maxwell
Sábado 15 .- En el Panoramasaal 19:00 h Little Freddie King 20:30 h Steve Guyger con Steve Freund, Steve Gomes, Steve Ramsay y David Maxwell 22:00 h The Mannish Boys 23:45 h Buckwheat Zydeco En el Casineum Blues Stage 23:00 h Trickbag 01:30 h Pat Boyack y Hash Brown
JUEVES 13
Fruteland Jackson voz y guitarra & Fernando Jones voz, guitarra y armónica. La primera actuación siempre corresponde a un formato acústico. Empezó Fruteland haciendo la presentación de los dos, interpretando un tema que más o menos decía que eran un par de pobres chicos que venían a tocar blues. Fruteland habla muchísimo, es un storyteller, no solo presenta cada tema sino que explica qué es el blues: «El reconocimiento de la tragedia y del optimismo». El repertorio fue variado, canciones más urbanas que de campo aunque con algún tema de los años 20 y 30, los de las letras de doble sentido y poniendo como ejemplo el Let Me Play With Your Poodle cantó «My Pencil Don’t Write No more» (Mi lápiz ya no escribe más) de su disco «Blues 2.0» o una work song, como la que da título a ese album con Fernando Jones sentado en la batería y tocando solo el bombo y algo los palillos. También interpretó piezas de su último trabajo «Tell Me What You Say» como «It’s All Good» y «My baby Left Me Alone in E Minor», con una voz que te envuelve. Fernando Jones hace un blues más urbano y me quedo con la canción que tocó como solista utilizando el palo del micro como slide. Cerraron con un holy blues, un canto religioso. En resumen, una actuación acústica trabajada y que nunca debería faltar en ningún festival de blues.
Curtis Salgado Así empezó este gran cantante: «Venimos de Portland, Oregón, y vamos a tocar blues, Rythm & Blues, Soul, Funky y Rock & Roll». Y por los demonios que lo hizo. La banda la componían el teclista Dave Fleschner, al bajo Tracy Arrington, a la batería Russ Kleiner, el guitarrista Josh Fulero, un trompetista, un saxo tenor y la voz y armónica de Curtis Salgado. Curtis es un showman que no hace aspavientos pero no para, se entrega en todo momento y su voz estuvo enorme. Dieron un buen repaso a su discografía centrándose principalmente en su último disco «Clean Getaway», abriendo su actuación precisamente con un potente R&B «Bottle of Red Wine». Josh Fulero me gustó porque pone su guitarra al servicio de la canción, con imaginación y técnica estando muy acertado en el blues «20 Years of B B King». Curtis toca la armónica menos de lo que nos gustaría escucharle, destacando sobre todo en un instrumental largo con muchas pinceladas de sonido Nueva Orleáns. La intensidad con que cantó «Help Me Through The Day» le hizo quitarse las gafas del sudor que le resbalaba. Los temas funky estuvieron marcados por el gran trabajo de Tracy Arrington como ocurrió con «Sweet Jesus Buda The Doctor» y mucho más caliente que en su album «Wiggle Outta This» y con riffs de la guitarra cortantes. Los vientos y el teclista magníficos y hasta hubo un bis, algo que afortunadamente se extendió como costumbre el resto del jueves y el viernes, bis que fue el «You’re My Girl» con una voz en momentos desgarrada.
Sue Foley Es difícil pasar de la voz de Salgado a escuchar la de Sue Foley, porque son como el día y la noche y había que habituarse en muy poco tiempo. Sue salió como líder indiscutible con un trío de bajo, batería y un teclista que tocaba la armónica, llamado Steve «Southside» Marriner y que me sorprendió verle tocando los teclados (con 16 años era el armonicista de los dos primeros discos del canadiense JW Jones). Sue Foley tiene un toque tejano que no puede evitar de sus años pasados en Austin y cierta influencia en la manera rápida de tocar como la de Magic Sam aunque ha desarrollado un estilo más personal y se encuentra entre las mejores guitarristas actuales y cuando canta me gusta más en los blues lentos. Enseguida hizo una declaración de intenciones hablando de las mujeres que tocan la guitarra, relacionado con su proyecto que se concretó en 2005 con el doble disco «Blues Guitar Women». En mi opinión los músicos acompañantes no estaban al nivel de Sue Foley, sobre todo el amigo Steve Marriner que se limitó a acompañar sin hacer nada especial, mejorando cuando tocaba solo la armónica, principalmente dos temas seguidos, uno de ellos el «Chauffeur Blues» de Big Mama Thorton. Sue se quedó sola con el batería cuando interpretó «Fool Me Good», un cariñoso homenaje a Precious Bryant, para luego quedarse sola y tocar en acústico «Motherless Child Blues». Juntos los cuatro de nuevo, le tocó el turno a un precioso instrumental, «Mediterranean Breakfast». Marriner al teclado, vió como Sue se situaba a su lado para que él le acompañara a la vez con la armónica, y fue una pena porque no supo encontrar el tono en muchos momentos, dejándome con una sensación agridulce. Hubo el bis de turno y así terminó una actuación que podía haber sido más completa. Sue Foley estuvo soberbia pero el grupo la falló en situaciones puntuales.
The Cash Box Kings Y con ellos llegó el final del jueves, convirtiéndose su casi hora y tres cuarto de actuación en un show que superó con creces la música de sus tres discos publicados. Blues de Chicago de los años 40 y 50, con una versatilidad y potencia impresionantes y una pasión contagiosa en el directo.
The Cash Box Kings son Joe «Low Rollin» Nosek voz y armónica, Travis Koopman guitarra y voz, Chris «CB» Boeger al bajo (aunue también toca contrabajo) y a la batería y voz Kenny «Beedy Eyes» Smith con la colaboración de Oscar Wilson a la voz como invitado especial.
Joe Nosek es de estos armonicistas que le cuesta dejar de soplar pero bien es verdad que es un espectáculo, da cancha a Travis y además se compenetran perfectamente. Travis interpreta el blues añejo con una soltura y precisión muy notables, con una voz muy convincente y cuando toca la slide desprende la esencia de los maestros del género, como Elmore James y su versión del «Baby, Please Set A Date». Por otro lado la sección de ritmo es impagable, una mezcla de la templanza de Chris con las revoluciones que marca Kenny.
El repertorio es clásico y no el habitual (Johnny Young o John Brim), y también temas propios como «Life Is Tough». Cuando fueron a tocar «Tough Times» (Tiempos Difíciles), la presentó Nosek y aprovechó para decir que había llegado por fin el momento del cambio con Barack Obama.
Más tarde salió Oscar Wilson, un cantante del Southside, al ritmo de una mezcla del «Look On Yonder Wall» y el «Dust My Broom». Cantó con mucho sentimiento y a la vez resignación un tema que presentó como de Billy Flynn «Trying So Hard» diciendo de una manera harto creíble que I’ve got nothin’ but the blues. Tras la despedida de Oscar Wilson, los CBK encaran la parte final con el «Cash Box Boogie». Kenny cantó «I Gotta Move» del último disco de Bob Stroger, dejando un momento la batería para acercarse a pie de escenario cantando sin micro y obligando a Joe Nosek a que toque a pelo. Lo cual hace entre el público y subido a una mesa. Inenarrable la siguiente pieza con un Nosek desenfrenado, girando sobre sí mismo, levantando una pierna, haciendo el salto de la rana o en cuclillas. El bis lo celebraron todos con Oscar Wilson y el «Just Keep Lovin’ Her». Final arrollador, caras de felicidad por doquier gracias a un jueves mágico de blues. Con The Cash Box Kings la diversión y el blues están asegurados.
VIERNES 14
The Homemade Jamz’ Blues Band son los tres hermanos Perry, Ryan guitarra y voz (16 años), Kyle al bajo (14 años) y Taya a la batería (10 años). La guitarra de Ryan es de dos mástiles y al igual que el bajo, tienen una estructura con un grosor de 2 veces o 2 veces y media al de una guitarra normal, con además dos tubos que sobresalen de la parte de abajo para multiplicar el sonido (no se quien les habrá construido esos instrumentos). Ryan no tiene mala voz, no tocan mal y tienen tablas pero me resultaron indiferentes y un tanto artificiales, como poco creibles. La figura del padre estaba allí, siempre atento y vigilante de sus retoños así como armonicista ocasional en 3 o 4 temas. ¿No necesitarán mejor tocar con más gente para ir cogiendo experiencia e ir asimilando de otros músicos? ¿No es demasiado niña Taya como para estar en el circuito profesional? Me pregunté si no se convertirán en los nuevos Jackson Five del blues, porque el padre es el que les está encauzando su «carrera» profesional. Las canciones, en general, me resultaron muy lineales, casi todo muy parecido, siempre la guitarra omnipresente (lógico en un trío) pero sin aportar ese granito de sentimiento que siempre esperas escuchar en un concierto de blues. Acabaron tocando «Got My Mojo Workin» (muy estudiado todo) y la insensatez de la mayoría de la gente les hizo tocar un bis para acabar de rematar la faena, el «Boom Boom Boom», que me supo igual que el tema anterior. Creo que fui de los pocos que no apreciaron el show.
Pat Boyack y Hash Brown Primero salió Pat con la banda de Hash Brown: Drew Allain al bajo y Kevin Schermerhorn a la batería además del pianista Nick Connolly, perro viejo tejano en esto del blues. Pat Boyack es capaz de tocar todos los estilos, Texas, Chicago y West Coast, aunque el tono bluesy tejano lo lleva dentro y marca un ritmo muy contundente cuando es necesario. Tremendamente profesional la sección de ritmo dejando muestra de un repertorio variado, abriendo el concierto con Kevin cantando y encadenando un R&R con la voz de Nick, dos slow blues y en concreto una pieza en la que se lucieron el órgano y la guitarra, otros tantos temas tejanos y un funky instrumental. Aproximadamente a la mitad salió Brian Galway aka Hash Brown. Yo me esperaba que tocara la guitarra (es capaz también de hacer conciertos acústicos) pero vino sólo como cantante y armonicista. Interpretaron, entre otras, «Hot Dog» un swamp blues con el piano de Connolly haciendo las delicias, «Ain’t No Way» y «You’ve got to lose» de su album «Have Some Fun!» y algún blues de Chicago como «You’re The One». Casi siempre volvía a presentar a sus acompañantes y guiaba y dirigía la entrada de cada solo. Su voz es decente y entona bien los temas pero, en mi opinión, le falta a veces un poco de entusiasmo. Realizó una intervención con la armónica como solista principal y se despidieron con otro blues estilo Chicago. Para mí, lo mejor del viernes.
Bettye LaVette Me enfrentaba con mis viejos fantasmas habituales a las dos actuaciones siguientes, de soul la primera y de gospel la segunda ¿hasta cuándo aguantaría?
Bettye LaVette es una cantante de soul, muy veterana y con un alto grado de expresividad, intensidad y suavidad en su interpretación. Su banda la formaban Brett Lucas a la guitarra, Chuck Bartels al bajo, Darryl Pierce a la batería y Alan Hill como teclista. Solo interpretaron una pieza los cuatro solos antes de hacer los honores a la cantante de Michigan que salió y comenzó con los ojos cerrados, un rasgueo suave de la guitarra y el Yamaha manteniendo el tempo hasta que se soltó a cantar «The Scene of a Crime», su último trabajo. Lo que más me gustó fue el cuarto tema y el quinto. Comenzó explicando que todas las canciones que canta han sido compuestas por mujeres, y de ese modo interpretó «Joy» de Lucinda Williams. A continuación hizo un repaso a sus inicios en la música, diciendo que su primera grabación fue en 1962 cuando tenía 16 años y cantó un trozo de «My Man – He’s a Lovin’ Man». Siguió corriendo fechas y llegar a 1965 y su tema «Let Me Down Easy» y «He Made a Woman Out of Me» de 1969. La siguiente fue el único blues con vacile al guitarra. Retomó un tema antiguo que no había sido editado hasta hace unos 6 años llamado «Souvenirs» y la cantó sentada.
Mi cansancio acumulado por estar tanto de pie y por un estilo que me cuesta escuchar durante más de 40 minutos seguidos me hizo despreocuparme del final de la actuación y, tras unas cervezas, decidí perderme a los Campbell Brothers aunque intenté hacer el esfuerzo. Y como esto no es un trabajo me largué a las jams. ¿Por qué lo llamarán jams cuando son actuaciones en toda regla?
Jams en el Casineum Blues Stage
Little JC and His Blues Band Armonicista suizo que fue tutelado por Louisiana Red y con el que compartió alguna gira por Europa. Su banda estaba compuesta de batería, contrabajo y dos guitarras. Todos ellos bastante jóvenes y muy convincentes, en especial el guitarra solista. Entretuvieron al personal durante poco más de una hora con un repertorio que incluía algún tema de su disco «Before They Drive Me Crazy» y clásicos como «Temperatura» o «Blue & Lonesome».
David Maxwell y Los Stevies Así bauticé a la banda que el sábado volvería a actuar: Steve Guyger voz y armónica, Steve Freund guitarra y voz, Steve Gomes bajo, Steve Ramsey batería y David Maxwell piano. Hicieron un repertorio bastante distinto al del día siguiente, cosa de agradecer. Son unos grandísimos músicos que tocaron buen blues de Chicago. Me fui a las 3:20 y allí seguían con Hash Brown todo el rato apoyado en la columna de la izquierda del escenario, sin perder ripio del show.
SÁBADO 15
Little Freddie King Este bluesman de Nueva Orleans se presenta con un traje marrón malva, pañuelo como de pirata sobresaliendo del sombrero y gafas negras. Tipo bragado que interpreta juke blues y country blues eléctrico. Los músicos los mismos que los de sus discos, Anthony Anderson al bajo, Bobby Lewis DiTullio armónica y Wacko Wade Wright a la batería. Dos instrumentales seguidos de apertura, uno el «Kinghead Shuffle», y un repertorio escogido de sus discos «Sing Sang Sung», «You Don’t Know What I Know» y «Messin’ Around Tha House». Sonido machacón, envolvente, las notas de la guitarra dando vueltas sobre la misma base musical, DiTullio acompañando siempre, Freddie se agachaba a veces y se pasaba el mástil por debajo de su pierna izquierda levantada, e imperturbable. No hacía presentaciones, se agachaba para dar las gracias y a por la próxima. «Bad Chicken» con cocorico incluído, sonido tribal y ancestral o «Walking with Freddie». Algún arrastrado como el impresionante «Bucket of Blood» y acabó con el «Hideaway» de Freddie King. El sábado se ha decidido que no hay bises aunque en compensación cada actuación se alarga un poco más. Grande Little Freddie King.
Steve Guyger, Steve Freund, Steve Gomes, Steve Ramsey y David Maxwell Este es otro supergrupo que llevan desde los años 90 reuniéndose. Un supergrupo de blancos haciendo blues de Chicago a un nivel impresionante. Steve Guyger al cantar emplea en ocasiones el temblor de SBWII o el tono perezoso de Jimmy Reed y utiliza las armónicas diatónica y cromática. Steve Freund toca el blues de Chicago con una gran técnica y mucho gusto y cuando canta lo hace fenomenal. El acompañamiento de un pianista como David Maxwell, uno de los buenos pianistas de blues y boogie woogie, casi es obvio para Freund tras muchos años con Sunnyland Slim. Gomes y Ramsey (con una gorra tipo Fred Below) son una sección de ritmo muy veterana. «I Got To Go», «Sugar Mama», «Early in The Morning» (el de Louis Jordan), «How Many More Years», recuerdo a Floyd Jones por parte de Freund o alguna otra versión de SBW II y Jimmy Rushing. Tampoco faltó un boogie woogie de Maxwell o algún tema propio de Guyger con la cromática. Otra actuación soberbia para el sábado.
The Mannish Boys Vinieron casi todos, Frank «Paris Slim» Goldwasser, Kirk Fletcher y Kid Ramos a las guitarras, el bajista Ronnie James Weber y Richard Innes, probablemente unos de los mejores baterías de blues actuales, junto con los dos cantantes, Bobby Jones y Finis Tasby más Randy Chortkoff a la armónica y presidente del sello californiano Delta Groove. Como no trajeron pianista, ni Fred Kaplan ni Leon Blue, estuvo como invitado especial David Maxwell. Abrieron con un instrumental con Ramos y Fletcher de rítmica, para salir a continuación Randy e interpretar una versión de «I’m Ready» a lo swamp blues. El repertorio fue prácticamente el de sus dos últimos discos, «Big Plans» y «Lowdown Feelin'». Cuando entró Paris Slim tocó y cantó con mucho feeling y mucha fuerza «She’s Gone» de Hound Dog Taylor, que me encantó, haciendo juego de guitarras con Fletcher. La verdad que se producía un desfile por el escenario como si se tratara de un vodevil, unos se iban y otros entraban. Randy aprovechó para anunciar a los Fabulocos, banda «cali-mex» como la definió y a la que ha grabado su sello, banda en la que está Kid Ramos. Esa presentación sirvió para que Kid iniciara los acordes del «These Kind of Blues». Bobby Jones cantó «Dead Letter» arrodillándose en el suelo con la guitarra solista de Fletcher mientras que en el disco es de Junior Watson. Bobby cantó otra más, «Mary Jane», luego salió Finis Tasby para el «Lowdown Feeling» con la guitarra a lo T-Bone de Ramos. Después de muchas explicaciones a Fletcher, porque no se enteraba, tocaron «Border Town Blues» y Ramos se marcó un «As the Years Passing Bye» tremendo, maravilloso, con la voz de Finis y Maxwell al órgano. Al final nos concedieron un bis con todos los Mannish Boys en el escenario. Actuación memorable de uno de los grupos más activos del panorama actual bluesero. Algún comentario escuché definiendo a Kid Ramos como el mejor guitarrista de blues del momento.
Buckwheat Zydeco Stanley Dural Jr aka Buckwheat Zydeco ofreció un espectáculo repleto de diversión, con la compañía de una banda con muchos años en la carretera y con la que ha grabado su último disco «Jackpot». Los dos guitarristas, Paul Sinegal y Olivier Scoazec, muy buenos por cierto, el bajista Lee Allen Zeno, a la trompeta Curtis Watson, Gerard St. Julián a la batería y Regionald Master Dural a la tabla de rascar. «Little Back Sinegal» tocó en un tema la guitarra con los dientes. Cuando salió Buckwheat Zydeco (organista en la banda de Clifton Chenier y también con Clarence «Gatemouth» Brown) el fin de fiesta estaba asegurado, animaba mucho al público y le hacía participar en todo momento. Al fin y al cabo eso es el zydeco, alegría y baile por la noche. No vi terminar esta actuación pues, como culo de mal asiento en estas ocasiones, quise acercarme a la sala donde se celebran las jams.
Jams en el Casineum Blues Stage
Trick Bag Banda sueca de R & B que combina un buen espectáculo con la fuerza de su música. Jonas Göransson a la guitarra, contrabajo Lars Näsman, Bjorn Viitanen batería, Lauritsen JT armónica y Tommy Moberg cantante, ofrecieron en esta otra sala la posibilidad de disfrutar de la parte última del festival.
Hash Brown & Pat Boyack La despedida final correspondió a esta gente y aun cuando volvieron a tocar los mismos temas que el viernes estuvo la sorpresa de encontrarnos con un segundo teclista, David Maxwell al piano dejando las labores del órgano a Nick Connolly.
De esta manera dieron por concluidos estos tres días llenos de BLUES y con una amplia variedad de estilos. Puedo decir que salí plenamente satisfecho de haber asistido otro año más a un gran festival. Y que continúe.